27 February 2014

Especial oscaril 2014: Capitán Phillips o ¡Greengrass, tenemos un problema!



6 nominaciones:

Mejor película, mejor actor de reparto (Barkhad Abdi), mejor guión adaptado, mejor montaje, mejor edición de sonido y mejor mezcla de sonido.

Repasemos el germen de las películas nominadas en esta edición de los oscars:

El lobo de Wall Street: basada en la novela autobiográfica de Jordan Belfort; Capitán Phillips: escrita a partir del libro del propio Richard Phillips; Philomena: inspirada en el book que Martin Sixsmith escribió sobre la propia Philomena Lee; Dallas Buyers Club: basada en la vida real de Ron Woodroof; 12 años de esclavitud: inspirada en la biografía de Solomon Northup; American Hustle: algunos de los hechos que narra son reales; Nebraska: la intuición dice que, aunque no sea oficialmente autobiográfica, si está inspirada en cosas muy íntimas; Her: obviamente, no puede ser autobiográfica, pero se nota que Jonze de proyecciones románticas y filofobias sabe la tira; y Gravity: OK, esta sí que es pura ficción.  

Algunos acusan a la última película de Paul Greengrass de ser poco verídica. Al parecer y según he leído en una divertida crítica del film, la propia tripulación desmintió la versión heroica de ese Super Capitán que arriesgó su vida para salvarles. “Según ellos, Richard Phillips es un hijo de fruta déspota, imprudente y sin ningún plan en su cabeza de serrín que nadie quiere como capitán. Es más, cuentan que fue realmente el ingeniero aquel que ejerció de héroe y rol que se atribuyó a sí mismo Phillips”.

Personalmente, me importa menos que lo que me cuente sea 100% real que el hecho de que lo que cuente, lo cuente bien. ¿Misión cumplida?




Puntos fuertes

*Tom Hanks dando una lección de interpretación (atención a los últimos 20 minutos de película), a pesar de haber sido ninguneado en la categoría de mejor actor principal.

*La vibrante escena del abordaje y el adrenalínico clímax final.

*Su intensidad.

*La naturalidad de Barkhad Abdi.

*Confiar ingenuamente en que sus tintes de denuncia social convenzan a algún espectador.

*No caer descaradamente en el maniqueísmo ni el patriotismo yankee.




Contras

*Quien espere encontrarse con el mejor y más contundente Paul Greengrass, acabará profundamente decepcionado. Su lectura política y sus trazos de denuncia social son demasiado gruesos.

*Le falta garra y su ritmo resulta demasiado irregular. Por momentos engancha y mantiene el clima de tensión, y en otros, resulta aburrida, pesada e, incluso, innecesariamente larga.

*Los personajes secundarios (especialmente, la tripulación del Maersk Alabama) están pobremente definidos (¡y, en algún momento, incluso desaparecen!). Salta descaradamente a la vista que la peli está diseñada para el único y exclusivo lucimiento de su estrella principal.

*Sabe a poco y, de hecho, lo único que permanece grabado en la retina del film, tras el paso del tiempo, es la interpretación de Hanks.




¿Qué aportará?

Un intenso e irregular film de denuncia moderadamente conseguido y una de las mejores interpretaciones de Tom Hanks.




¿Opciones oscariles?

En un principio, la película no parece favorita en ninguna categoría, pero sus mayores opciones podrían ser las técnicas como sonido, montaje o edición de sonido. La opción de mejor película está prácticamente descartada y Barkhad Abdi, aunque a priori tiene más opciones que las otras 5 categorías (se acaba de llevar el Bafta), parece encontrarse lejos de otros actores con los que compite por la dorada estatuilla.




La frase


“Everything gonna be okay, Irish"




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26 February 2014

Especial oscaril 2014: Philomena o En busca del hijo perdido




4 Nominaciones

Mejor película, mejor actriz (Judi Dench), mejor guión adaptado y mejor BSO.

En casi todas las ediciones de los oscars, se cuela entre las nominadas ese melodrama amable y/o buenrollista “basado en hechos reales” que, a pesar de encontrarse lejos de los mejores títulos del año y de no resultar el favorito en ninguna quiniela, arranca la misma cantidad de lágrimas que de sonrisas y deja en el respetable la autocomplaciente y pocas veces admitida sensación de alivio y subidón que provoca que tu propia vida, por comparación, parezca una “entrañable” y mítica sitcom ochentera.




A priori, el argumento de Philomena (una mujer anciana que fue víctima, allá por su adolescencia, del robo abyecto de su propio hijo a manos de un grupo de Sor Marias irlandesas), apunta a que lo último de Stephen Frears podría entrar dentro de esa nada honrosa categoría. Sin embargo, la película ha cosechado un sin número de premios y nominaciones en diferentes festivales y su guión fue premiado nada menos que en Cannes. Por lo tanto, ¿prejuicios o intuición? ¿qué tiene esta venerable y entrañable anciana que ofrecer para haber vencido a candidatas aparentemente más sólidas como Inside Llewyn Davis o Blue Jasmine?




Puntos fuertes

*La historia que se nos narra es potentísima, emotiva y profundamente dolorosa y resulta difícil (por no decir imposible) olvidarla y no empatizar con los desvelos (y lágrimas) de su sufrida protagonista en algún momento del film.

*Judi Dench, es el alma y corazón de una película que, sin ella, probablemente, se derrumbaría (o resultaría bastante más aburrida, ñoña y convencional).

*No cae descaradamente en la lágrima fácil y contiene (agradecidas) críticas directas hacia instituciones otrora tan intocables como cierto sector religioso, la administración Reagan, la burguesía british, e incluso, contra el cada vez más denostado periodismo y los profesionales que lo integran.

*Siempre es un placer dejarse transportar por una partitura de Alexander Desplat.




Contras

*A su crítica social le falta garra, contundencia  y mucha mala leche. En lugar de un zarpazo en toda regla, se queda en un arañazo empapado en Betadine.

* Philomena contiene una buena historia, pero no es, ni de lejos, una buena película. Carece de personalidad, empaque, dimensión, rabia y contundencia. Visionándola, uno tiene la sensación de haber sido testigo de un buen material desaprovechado. Una vez más, no es el emotivo guión lo que atrapa y convierte en cómplice al espectador, sino la propia historia que se extrae de él (un documental podría haber logrado el mismo efecto).

*La mezcla entre drama crudísimo y “humor abuelil” no está del todo conseguida y, en algunos momentos, incluso lastra la película.

*Su guión contiene algunos diálogos torpones, deus ex machinas y giros brusquísimos que solo nos creemos por el buen hacer de la gran Dench (pero que no evitan que, en algún momento, nos sintamos emocionalmente manipulados).

*El vínculo y la relación que se crea entre los personajes principales no está todo lo aprovechada y desarrollada que sería deseable. El personaje de Coogan se muestra torpemente definido y su evolución es prácticamente nula (tiene un soso arco dramático más neutro que Suiza).

*La frustrante confirmación de que los Weinstein brothers nos la han vuelto a dar con cheese… again.




¿Qué aportará?

Una película “bonita” y “roba-corazones” inspirada en uno de más delicados y dolorosos temas de actualidad, todo un crowd-pleaser, protagonizada por una estupenda Dench, que encantará a unos y enfurecerá a otros, pero que, probablemente, nadie (o pocos) recuerden dentro de unos años.




¿Opciones oscariles?

Parece que la señora Lee no resulta la clara favorita en ninguna de sus cuatro categorías. A menos que el premiado guión y la B.S.O den la sorpresa, me temo que Frears, Judi, Coogan & Co. volverán de vacío a su adorada England.


Soundtrack




El diálogo

Philomena: And after I had the sex, I thought anything that feels so lovely must be wrong.

Martin Sixsmith: Fucking Catholics!





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25 February 2014

Especial oscaril 2014: Nebraska o deconstruyendo al padre



6 nominaciones:

Mejor película, mejor director (Alexander Payne), mejor actor (Bruce Dern), mejor actriz de reparto (Jane Squibb), mejor guión original y mejor fotografía.

A veces el padre no ejerce de tal. No es apoyo, no es modelo, no es guía. A veces (casi siempre), el padre no ha traicionado únicamente las expectativas del hijo, sino las suyas propias. Con el paso de los años, se ha convertido en una persona sin núcleo, emocionalmente autista, desapegada, alcoholizada, marchita. Y al hijo, entonces, le corresponde la doble tarea de arrojar el testigo paterno lo más lejos posible, y de descubrir a ese ser semidesconocido, ayudándole, aunque sea brevemente, a encontrar nuevas rutas de camino a la dignidad perdida.




Contras

*Su ritmo (excesivamente) pausado y su historia cotidiana y, aparentemente, no extraordinaria no enganchan desde la primera escena. Por lo tanto, puede impacientar y resultar aburrida en algunos momentos.

*Podría recordar en exceso a la magnífica Una historia verdadera.

*Su descarnada inevitabilidad duele, tanto si el espectador se encuentra en un rango de edad similar al del malogrado protagonista, como si se tienen padres/abuelos en la tercera edad. No identificarse en algún momento con la frustración, impotencia y dolor que muestra con tan desarmante naturalidad esta mirada sin concesiones a la vejez, resulta imposible.

*Su hermosa fotografía en blanco y negro refleja, al mismo tiempo, la belleza y la decadencia, imprimiendo al film de una hiriente melancolía.




Puntos fuertes

*A diferencia de los anteriores trabajos de Alexander Payne, Nebraska está dotada de una hondura y honestidad desarmantes y capaces de convertir a los haters o no devotos del director (entre los que me incluyo).

*El tono bittersweet, marca de la casa, nunca ha estado más equilibrado e inspirado que en este film. La luminosidad y la melancolía se dan la mano con asombrosa complicidad y dejan un aftertaste especial en el espectador.

*No contar con rostros demasiado conocidos dota a la película de una cercanía y realismo apabullantes. No sólo sus personajes, emociones y conflictos nos parecen más cercanos, sino que hasta los lugares por los que transitan, desde casas de familiares hasta los bares (cutres) de la América profunda, parecen mostrados con veracidad y naturalidad por vez primera.




*Todos sus actores, sin excepción, están magníficos. Desde Woody, su quijotesco protagonista, pasando por su divertida y sarcástica esposa (June Squibb es una robaescenas nata) y acabando en Will Forte, el hijo cómplice (a la altura de sus padres en la ficción e incomprensiblemente ninguneado en los oscars) seguido por todo un elenco de magníficos secundarios.

*Su escena final (para muchos, excesivamente sensiblera) es tan emotiva y maravillosa, que conseguirá que el espectador se reconcilie y/o enamore del film, en caso de que no lo haya hecho hasta entonces.




¿Qué aportará?

Una historia tierna y patética de redescubrimiento familiar y de búsqueda de la dignidad perdida, tan honesta y cercana que resulta imposible resistirse a ella. El tiempo dirá si se convierte en un clásico o, simplemente, una estupenda película, pero de lo que no cabe ninguna duda, es de que resulta sumamente recomendable.




¿Opciones oscariles?

En principio, parece que no demasiadas. En un año en el que no hay claras favoritas, la categoría que a priori cuenta con más papeletas podría ser la fotografía.

Menos opciones parece tener el guión, ya que es obra de un debutante y no está firmado por Payne. Spike Jonze es el favorito por el guión de Her, con David O. Russell como alternativa, por lo tanto, que ganara el guión de Nebraska rompería muchas quinielas. Sin embargo, no conviene olvidar que las dos últimas películas de Payne se hicieron sin problemas con este premio, así que, aunque este año no está en la primera fila para hacerse con el galardón, no conviene descartarlo del todo.

La lucha entre el lobo DiCaprio y McConaughey no admite terceros en la categoría de mejor actor. Lupita Nyong'o, inolvidable en 12 años de esclavitud, parece ser la máxima favorita para llevarse el oscar a la mejor actriz de reparto, seguida por la imparable Jennifer Lawrence (American Hustle) y una contenida Julia Roberts (Agosto).






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24 February 2014

Especial oscaril 2014: El lobo de Wall Street o (testosterona + dinero + sexo + drogas)3



5 nominaciones: Mejor película, mejor director (Martin Scorsese), mejor actor (Leonardo DiCaprio), mejor actor de reparto (Jonah Hill) y mejor guión adaptado.

El tito Marty se ha marcado la que ya es su película más exitosa y mejor valorada por público y crítica en años. Los brokers o gangters del siglo XXI (y concretamente uno de ellos, un tal Jordan Belfort y su libro autobiográfico) han servido como inspiración para relatar la ascensión y ¿caída? de un voraz lobo poliadicto en traje de Armani.




Básicamente, hay dos formas de enfrentarse a este cánido de las finanzas. Los espectadores fascinados por los (violentos) personajes y situaciones límite, tan clásicos de la galería scorsesiana, probablemente disfrutarán de lo lindo y sentirán una irresistible atracción-rechazo por Belfort & Co. y su espiral múltiple de excesos. Por el contrario, los espectadores hastiados, tanto en la ficción como en el mundo real, de los machos alfa desatados sin escrúpulos y en situaciones de poder, acabarán aburridos, asqueados e impacientados por no encontrar algo más sólido o novedoso que un “más extremo todavía” que llevarse a la boca.





Puntos fuertes

*Está rodada con vigor y entusiasmo y resulta visualmente poderosa (y/o adictiva). Además, es valiente y no tiene miedo a resultar obscena o a rebasar cualquier límite (Scorsese demuestra perder miedos y pudores con los años, en lugar de ganarlos).

*Contiene interpretaciones entregadas, y no únicamente de sus dos actores nominados. Matthew McConaughey, por ejemplo, aparece 10 minutos, pero acaba siendo el personaje más carismático y mejor construido de toda la película.

*El film resulta un viaje emocional con todo lo que eso conlleva (y, para algun@s, entre los que no me encuentro, resultará de lo más divertido).

*Su ración de crítica social siempre es bienvenida.

*La escena del accidentado colocón con los lemmons caducados pasará a engrosar the best of Scorsese.




Puntos débiles

*Si, puede considerarse un tratado de la degeneración y la codicia, pero otros films ya nos han hablado del síndrome de Hubris antes sin tantos fuegos artificiales y en menos de 3 horas de metraje. ¿Qué nos muestra este lobo que no hayamos visto antes?

*Sus personajes, por mucha garra que tengan, resultan de lo más planos y se confunden con otros super capullos que ya conocemos. No son, ni mucho menos, Tony Sopranos del mundo de las finanzas. Ni vemos la cara oculta ni las aristas de ninguno de ellos.

*Puede resultar reiterativa, vacía y aburrida en algunos tramos. Además, tanto falocentrismo aburre… y mucho.

*La subtrama de la investigación policial es el colmo de la síntesis. No conocemos cómo se atan los cabos, y el policía encargado del caso esta mostrado con trazo demasiado grueso.

*No sé si Leonardo DiCaprio ha ofrecido la interpretación de su carrera, pero, en mi caso, ha sido la vez que más me ha costado separar al personaje del actor. No era capaz de ver a Jordan Belfort, veía a DiCaprio pasándoselo bomba.




¿Qué aportará?

Más figuras para el escaparate (o el altar) de modernos villanos más o menos carismáticos con su pertinente dosis de crítica. Una posible revitalización del cine de Scorsese. Un potencial oscar para DiCaprio.




¿Opciones oscariles?

Como película resulta demasiado desatada y excesiva para la conservadora academia.

Matthew McConaughey parece ser el favorito, pero DiCaprio tiene muchas opciones de llevarse a su eco-casa de lujo un oscar (quién sabe si, en esta ocasión, la Academy ha decidido recompensarle por los olvidos y ninguneos a los que lo ha sometido durante años).

También Jonah Hill podría dar la sorpresa arrebatándole el oscar al mejor secundario a un fantástico Jared Leto en Dallas Buyers Club.

Tendría lógica que el premio al mejor director y la mejor película coincidiesen, pero cosas más raras se han visto en los “oscares”.




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13 February 2014

Oslo, 31, August: "el vacío del bienestar"



Anders es joven, inteligente, culto, sensible, tiene talento para escribir y no necesita esforzarse demasiado en el terreno amoroso. Tras unos oscuros años de paréntesis por culpa de su adicción a las drogas, finalmente parece estar listo para retomar su vida. Sin embargo, se siente vacío, desesperanzado, triste y profundamente insatisfecho, tanto que el suicidio se le antoja como la mejor opción vital. La vida está rotundamente de su parte, pero no quiere, ni sabe, ni puede darse cuenta.




Desconocemos por completo el origen de su cuadro clínico. A su director, Joachim Trier, no parecen importarle demasiado. No quiere entender a su criatura ni justificarla, solo mostrarla a través de un día de su vida, el 31 de agosto, ese momento exacto en el que el verano acaba y el verdadero año comienza, exigiendo una renovación de ciclo, un acto de compromiso y valentía, un reciclarse o morir.




La elección de Anders está hecha. Él lo sabe y el espectador también, y le sigue los pasos (a menudo abrumado por la impotencia), a través de las horas que componen ese día decisivo, intuyendo su infierno interno y amparándose en la frialdad u objetividad que confiere ese tono cuasidocumental en el que varias personas van narrando sus recuerdos y experiencias, convencido, ingenuamente, de que de esta manera su particular odisea le dolerá menos.




Por ese tortuoso camino vemos flashes de la sociedad Noruega, uno de los países que, supuestamente, representa el idealizado modelo de bienestar escandinavo. Nos damos cuenta de que sus habitantes no son más felices por tener una cartera más abultada, mejores trabajos y mayores comodidades, sino que, tal vez, se sienten más desorientados y vacíos, más estafados por no saber (ni tener el valor de) procurarse y nutrirse de las únicas cosas que realmente “completan”. (¿Y si el depresivo Anders no fuera más que el mayor y más desafortunado ejemplo de las consecuencias de este idílico modelo?).





Los hombres de su edad, aburguesados, se han decantado, en su mayoría, por la opción del peterpanismo amoroso militante, eligiendo relaciones con mujeres más jóvenes en serie (con la esperanza de no tener que comprometerse seriamente con ellas), mientras miran de reojo y con altivez a sus compañeras de generación, amparados en la machista satisfacción de que ellas no pueden ni deben hacer lo mismo.




En una escena clave y poderosísima, Anders, sentado en una cafetería, observa el microcosmos de personajes e historias que le rodean. Les escucha atentamente, pero se siente ajeno a sus anhelos y esperanzas, a su profunda necesidad de vincularse con otros, a sus ganas de, como diría el poeta, “extraer todo el meollo a la vida”. En esa escena se autopercibe como insignificante y prescindible, menos que un simple figurante, de tal forma que nada cambiaría la estructura argumental del guión si él desapareciera.




Describir Oslo, 31, August como melancólica, sutil, profunda y reflexiva sería, como dicen los angloparlantes, un understatement. A pesar de resultar absolutamente recomendable, hiere de tal forma, que solo la paquidérmica piel que confiere la felicidad puede protegerte de sus punzantes efectos.


 La frase:

“Mira mi vida. Tengo 34 años y no tengo nada. No tengo el coraje de empezar desde cero”.


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11 February 2014

20 años no importan: Elogio de la mujer más madura



Alice Lantins lo tiene casi todo de cara a su particular galería: un buen trabajo en la revista Rebelle, una hija a la que adora, inteligencia, ambición (rayana en el workaholismo), una generosa cuenta corriente, estatus y belleza.  A sus 38 años está a punto de convertirse en la nueva redactora jefe de Rebelle, sin embargo, un gran obstáculo se interpone en su camino: no es lo suficientemente alocada o transgresora para hacer “soñar a las lectoras”. Un encuentro casual con Balthazar, un encantador joven de 19 años, un malentendido y un tweet, harán que sus compañeros y, especialmente, su jefe, la vean con otros ojos…



Admitámoslo, no hay un ápice de originalidad en este exitazo de taquilla del país galo, cuya máxima pretensión es el entretenimiento y la descarada venta de palomitas. 20 años no importan es una comedia romántica muy francesa y muy americana al mismo tiempo, digna, pero previsible y hecha para agradar (que no enamorar) a la mayor cantidad de paladares posibles.




Aunque su (agradecido) argumento se centra en las cada vez más habituales, pero aún terriblemente mal vistas relaciones intergeneracionales entre mujeres con hombres mucho más jóvenes y los prejuicios que estos generan, el guión se limita a subrayar y rascar en algunas superficies, pero en ningún momento llega a profundizar o a echar mano de la acidez o "bad milk" que sería deseable.




Salvo escenas puntuales, también se desaprovecha la oportunidad de arrojar dardos venenosos sobre el escaparate (nunca mejor dicho) del frívolo, ególatra y artificial mundo de la moda, el divismo y la creación en el que se mueve su bellísima protagonista.




Recapitoliamo: si la propuesta no es original, ni brillante, ni especialmente ingeniosa (podemos decir que hay momentos en los que parece que el film parece ir guiado por una especie de piloto automático), cae en algunos tópicos y tampoco aporta nada nuevo al género (o a nuestras vidas), ¿por qué merece la pena verla?




La respuesta está en sus dos protagonistas: Virginie Efira y Pierre Niney, dos absolutos desconocidos en nuestro país (hecho que hace ganar enteros a la historia), que no sólo desprenden una química desbordante, de esas que aparecen muy de tanto en tanto, sino que bordan sus respectivos papeles. Simplemente, es una gozada verlos juntos. Sin ellos, posiblemente, nos costaría un poco más creernos y dejarnos llevar por el título de la película.




Aunque en la ficción a ambos se lleven 19 años, en el mundo real solo les separan 12. Viéndolos por separado, ambos se arriesgan a sufrir el efecto Leo-Kate en Titanic: dos buenos actores que físicamente no pegan ni con cola. Sin embargo, el hecho de que resulte creíble que una mujer tan escultural y sexy como Efira, encaje y desprenda chispas al lado del flacucho y del montón (aunque tierno y encantador) Niney, dice bastante de la solvencia de un film que, de una forma u otra, consigue camelarnos y dejarnos con una sonrisa bobalicona en la cara.




20 ans d’écart ("20 años de distancia") no será la mejor comedia que veamos este año, bien sûr, pero si uno se deja llevar por ella sin prejuicios, resultará un agradable, fresco, efectivo y, a ratos, divertido, escudo anti-rutina de hora y media.




Lo peor: su previsibilidad y su falta de valentía, originalidad, garra y espíritu crítico y reivindicativo; el hecho de que se haya estrenado en tan pocas salas; el desperdicio de algunos secundarios; la falta de desarrollo del nudo de la historia; algunos subrayados o escenas de relleno.




Lo mejor: la química brutal entre Virginie Efira y el jovencísimo Pierre Niney (atención a este chico: está a punto de convertirse en una star gracias al biopic de Yves Saint Laurent que protagoniza y se intuye un telentazo); la scooter “hellokittyl” rosa chicle; la divertidísima escena de sexo; el cabello de Niney; la definición del film, made by un crítico de Variety, como “entretenimiento esponjoso”.


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