27 December 2009

Lost: Predicciones (y anti-predicciones) para la sexta temporada




Anti-predicciones

Lo mejor de Lost es su impredecibilidad, esos breath-taking giros argumentales que echan por tierra obviedades aparentes como castillos, así que me enfadaré muy mucho si resulta que:

* Jacob y su némesis son dos dioses en su olimpo particular, manteniendo una continua lucha de poder (o jugando al backgammon que parece ser lo mismo)

* Cuando se estrella el 815 de Oceanic, Mr némesis era un espíritu sin cuerpo que poco a poco fue apoderándose de todas las personas que han muerto en la isla (y haciéndose más fuerte a través de todas ellas). Sabía que su “resquicio” definitivo era Locke y ha hecho lo imposible por cargárselo

*La isla no es más que un agujero de gusano, una especie de purgatorio cósmico en el que lo que llevamos dentro sale del armario, de tal forma que los malos pagan por sus pecados y los buenos son recompensados tras resolver sus conflictos o ponerse a prueba (algunas veces con la muerte)

* Los otros han formado una secta que sigue a rajatabla las enseñanzas del Dios Jacob a través de su rimmel-boy Richard. A cambio de ser buenos, Jacob les ha dotado de algún poder especial (a la mayoría el sadismo o la fuerza bruta cuando la situación lo requiere)

* El incidente no evita que el avión se estrelle, sino que logra un salto temporal que los lleva a todos al año...

* La nueva vida islil en algún momento histórico aún por determinar estará gobernada por el antiJacob. Por lo tanto, el hombre con el físico de Locke intentará cargárselos a todos, con excepción, perhaps, de algún perrito faldero o alguna tía buena

* A Claire la tiene secuestrada The némesis porque su bambino es la posible reencarnación jacobiana (o candidato) y ella es la única que puede protegerlo de su maligna influencia o evitar que caiga en el lado oscuro... o claro.... u oscuro...

* Se descubre que Benjamin Linus es un mártir al estilo de cierto personaje de cierta famosa saga mágica...

* Todos los personajes tocados por Jacob (Kate, Sawyer, Jack, Sun, Yin, Sayid, Locke y Hurley) tienen un seguro de vida añadido (oséase que no mueren ni a la de tres) porque su rol en la isla es definitivo

* No consiguen que abra la boca en toda la sexta temporada






My crazy predictions

- Jacob y su némesis no son dioses, sino dos científicos del futuro que descubrieron el secreto de la eterna juventud y viajaron hasta ese perdidito lugar. Los primeros “nativos” que llevaron, tomándolos por Dioses, construyeron estatuas de cuatro dedos en su honor (en teoría, el homo sapiens perderá el dedo meñique del pie en el futuro)

- Veremos, finalmente, un flashback de Vincent en el que descubriremos que el can era el confesor o “escuchator” de todos los crímenes isliles y lo sabe todito todo

- Benjamin Linus nos descubre su cuasidefinitivo paso al lado oscuro causado por la muerte (o el asesinato) de su gran amor: Annie, la niña que le regaló los muñequitos en su décimo cumpleaños para que siempre estuvieran juntos. Conociendo el freakismo starwarsiano de sus creadores, no me extrañarían los paralelismos románticos entre Vader-Linus...

- En un flashback, vemos como un volcán hace erupción en la isla, arrastrando a la Black Rock hasta su interior. Richard era uno de los agonizantes esclavos egipcios que viajaban a bordo y fue salvado por Jacob. Las causas: ¿amor verdadero?¿lealtad incorruptible?¿madera de secretario?¿pestañas perfectas?

- Jack y Sawyer luchan por Kate en el barro vestidos únicamente con un taparrabos. El que consiga estar mas limpito después de 108 minutos, gana

- Sayid anuncia públicamente que después de haber visto morir en sus brazos a las tres mujeres que amaba (Shannon, Nadia, Elsa) sólo quiere salir con mujeres biónicas o Jacobs femeninos

- Sun confiesa que también habla suomi, islandés, euskera y swahili, pero sólo en la intimidad...

- Durante los 8 años que pasó separada de su gran amore, Penélope Widmore, cuasiresolvió el problema de la capa de ozono, desentrañó los misterios del asesinato de Kennedy y encontró finalmente a Amelia Earhart

- Sabemos que cuando sales de la island, apareces en Túnez (o el planeta de Luke Skywalker, que viene a ser lo mismo), pero pocos conocen la entrada secreta: comerse un frasco entero de mantequilla de cacahuete en Tallahassee

- Hurley y George Lucas son llevados a juicio por los derechos de El imperio contraataca

- John Locke no se convirtió en el antiJacob a su muerte, sino que después de su encuentro con el monstruo de humo en la primera temporada (¡a saber que harían esos dos!). Por lo tanto, ha sido temporalmente poseído por todos los fantasmas que pululan por la isla (eso explicaría muchas cosas)

- Ji Jeon y Aaron tienen un hijo sospechosamente parecido a... Michael, que no sólo se ha reencarnado, sino que sigue buscando reconciliarse con Walt, quien dicho sea de paso, se gana los cuartos como adivino...

- Un hombre delgadísimo con el pelo rapado al uno aparecerá en la isla y se autoproclamará el sustituto de Richard. Nadie sabe de donde ha salido, pero una serie de flashbacks nos descubren que se trata de... ¡Hurley!

- Se descubre que el padre de Jack vivió en la isla en su juventud. Nunca se le ha visto morir, sólo sabemos las causas de su muerte, así que siempre ha estado vinculado a Jacob & Co. Al parecer, algún personaje isleño se lo cargó por algún oscuro motivo...

- No fue la explosión de la escotilla lo que proporcionó poderes a Desmond, sino su crecidísima media melena sansonil. Con el pelo rapado, Desmond pierde su capacidad de ver el futuro... ¡y su acento escocés!

- Eliminado el antiJacob, el next líder será Kate y Jack ejercerá de primera dama

- Al final, comprobamos que todo es un montaje de la firma L’Oréal al más puro estilo El show de Truman (de ahí que tanto Evangeline Lily como Mathew Fox sean sus modelos oficiales en el real world)

- Richard Alpert no envejece porque Jacob no sólo le tocó, sino que le dio un beso de tornillo

- La serie acaba con una “pelea de cocos” entre Mr Némesis y el candidato a Jacob


Los de Cuatro deben de estar tocando el ukelele desde que uno de los creadores de la serie anunciara que su promo de la sexta temporada era la mejor de toda la historia de la serie. En la versión yankee será la voz de Terry O’Quinn (alias John Locke) la que hará los honores. Confieso que me impresionó mucho la primera vez que la vi. Con ella pongo punto y final mi especial Perdiditos. Espero que lo hayáis disfrutado.





P.S. Mensaje para l@s que aún no han pasado por la encuesta perdidil o l@s que sólo han votado a un personaje (más de una opción es posibol): What are you waiting for? ;)

20 December 2009

Especial "Perdiditos, perdiditos"



Oh, my God! This is huge!

El día que descubrí el power de Perdidos en toda su magnitud, no fue cuando batí mi propio record de adicción serieil (5 temporadas en 3 semanas), ni cuando compartí frikadas con los dos millones de grupos con síndrome de lostastinencia que circulan por la red, sino cuando llegué una sábado por la tarde a casa, y descubrí a mi madre merendándose un especial de la famosa serie de J.J Abrams en lugar de su amado Cine de barrio. Teniendo en cuenta que mi madre y yo no tenemos ninguna adicción en común, aquello marcaba el inicio de una era.


De cosas que nunca perdonaré a sus creadores

- Obviously, agujeros en el guión, giros manipuladores, personajes y capítulos de relleno varios, entre otras cosas...

- Gran parte de la quinta temporada, el amendrugamiento progresivo de muchos de sus personajes y el romance Juliet-Sawyer metido con calzador (mira que les gustan los triangles)

- Escenas de destripamientos y sadismos animales varios (en especial la de la rana de Sawyer) y su insistencia en recrear y coser heridas con asqueroso realismo

- La sádica muerte de Boone

- El desperdicio interpretativo de uno de los hombres más guapos del mundo: Rodrigo Santoro. Si tanto Paolo como Niki hubieran desaparecido de la sala de montaje en la tercera temporada, nadie hubiera notado la diferencia. Mr writers, si vais a sacaros personajes nuevos de la manga, ¡hacedlo bien!

- El hecho de que sus creadores y escritores sean hombres y se note. En el grupo surge un líder o macho alfa (Jack) siempre amenazado por los otros dos machos poderosos (Sawyer y Locke) seguidos a un poco más de distancia por Sayid. El resto, básicamente, ni pinchan ni cortan: pescan, cogen frutitas, lucen palmito o se dejan secuestrar

- Los continuos cambios de sexo perrunos. Leñe, se ve clarísimamente que Vincent es una perra que luego... se convierte en perro. ¿Se imaginan algo así en términos humanos? ¡Coherencia, señores!

- Los (¿inevitables?) yankismos: el “armacentrismo” o abuso de la violencia armada que poco a poco se va apoderando de los presentes (¡ahora yo la tengo más grande que tu, chincha!); los originalísimos antojos culinarios (las hamburguesas y la mantequilla de cacahuete se llevan el cat al agua); la omnipresente religión (Eko, Charlie, Rose, Desmond... ¡cansinos!); el hecho de tomarse la justicia por su mano (Sawyer con “el otro Sawyer”; Charlie con Ethan; Linus con Widmore, Kate con su father...)

- Los cutre-acentos de la versión doblada. Aunque el de Sayid más o menos pasa la prueba, el de Sun rechina y el de Naomi debería estar prohibido por Amnistia Internacional. Lamento comunicárselo a los haters de los subtitles, pero si no habéis escuchado nunca el acento sureño de Sawyer, el standard australiano de Claire y, especialmente, el irresistible escocés de Desmond, no habéis visto Perdidos

- El cutre logo a lo salvapantallas de Windows. Desde el piloto estoy esperando una explicación...

- Los cambios de edad de Aaron. Obviously no puede ser el mismo baby durante 4 años, pero a veces la criatura parecía un curioso caso de benjaminbuttontismo y rejuvenecía en lugar de crecer. Mi madre estaba indignadísima: “¿ves?¡El anterior sostenía solo la cabeza y este no!”

- La dramática escena en la que toman prisionera a Alex y matan a su mamma y su novio. No por la escena en si, sino porque entre la melena rizada de la chica, nos regalan el cable del pinganillo en todo su esplendor

- Lo petardito que se pone Michael por encontrar al soso de Walt...




De cosas que despiertan a mi psicogirl interna

* Ya nos lo dejaron clarito desde el capítulo "All the best cowboys have daddy issues" en el que Jack “traiciona” a su papi: todas las relaciones paternofiliales de Lost van a ser de todo menos La casa de la pradera. Y es que ningún padre se libra de haber marcado con ácido a su retoño. Resulta difícil escoger al/a ganador/a:

- Están los que abandonan a sus criaturas (aunque sea a la fuerza) Michael con Walt, Brian con Walt, Christian con Claire, Hugo’s father, Dannielle con Alex, el Dr Chang con Miles...

- Los padres-sargento o fríos, exigentes y manipuladores con nula relación afectiva con sus criaturas: Christian again con Jack, el padre de Sun, Charles Widmore, Eloise Hawking, Sayid’s, la madrastra de Shannon, la poli-mami de Ana Lucia o Benjamin Linus

- Los que quieren a sus vástagos pero desaparecen dramática y repentinamente y/o ya no están cuando se les necesita: los padres de Sawyer, la madre en coma de Claire, Kate’s mother...

- Los pobretones poquita cosa que avergüenzan a unas criaturas que hacen lo imposibol por escapar de su destino (Jin y Charlie)

- Los alcohólicos-maltratadores y/o cabronazos sin corazón (el padre de Kate y el de Locke, que como cualquier lostie sabe, merece que le den de comer aparte)

Tanta disfuncionalidad no puede ser casualidad. ¿Qué problema tienen los creadores de esta serie con la figura paterna?

* Una de las frases mas repetidas por los habitantes de la “isla”, además del “dude” de Hugo, el “brotha” de Desmond, el enfático-desganado “son of a bitch!” de Sawyer o el famoso lema “live together, die alone”, es el “don’t tell me what I can’t do!” que, básicamente han repetido todos los main characters (especialmente Locke). Lo cual me lleva al punto anterior...

* No cuela. Esto sólo le puede pasar a un yankee. No me explico como Sawyer puede vivir con ese rencor, odio, miedo y amargura durante 35 años sin enfermar de algo grave. Por mucho que odie al capullo que timó a su familia, fue su propio padre el que apretó el gatillo y la responsabilidad está más compartida de lo que el rubiales admite. ¿Cómo no se le ocurrió a nadie llevar a la tierna criatura al psicólogo en su momento? ¿Porque de mayor no resultaría tan indómito, rebelde y sexy tal vez?

* Siempre me ha rechinado un poco el asesinato del padre de Kate. Me sigue costando creerme que alguien con las características de la valiente y guapísima morena cometa en frío un sádico crimen que sólo tendría sentido in the heat of the moment. El eye for an eye, again, solo lo puede entender un, como diría Carmen Sevilla, norteamericano de América del norte. Siempre he echado de menos algún motivo extra oculto en su inconsciente...





Debilidades lostiles

- La estupenda B.S.O con sus leitmotivs orquestales, ¡como los de las grandes películas! Me encanta que cada personaje tenga su tema musical

- Sawyer. Aunque comencé Lost fascinada con los múltiples atributos de Jack, poco a poco mi balanza fue inclinándose hasta el sureño cowboy. Será porque tiendo a aliarme con los miembros más desfavorecidos de la manada y no con los perfect-man. Y es que para mi James/Sawyer es el Han Solo de Perdidos: el héroe inesperado. Como Mr Nespresso o Clooney puede seguir liderando la lista de los hombres más sexies existiendo este pedazo de maromo, es otra de las incógnitas que despierta la serie...

- Vincent o la simpática perra que se trasviste en perro

- Lo que se esconde detrás de cada nombre. En mi fantasía, Kate ha sido bautizada en honor a dos iconos del feminismo: Katharine Hepburn y Jane Austen)

- La forma de caerse de Hurley

- Los ojazos de Boone

- La diversidad de acentos

- Desmond, su charming “brotha” y el capítulo The constant de la cuarta temporada. ¿Existe alguien a quien le caiga mal este personaje?)

- Los fibrosos brazos de Kate (¡yo los quiero!)

- Benjamin Linus. La serie siempre gana enteros cuando su maquiavélica, ambigua y manipuladora presencia entra en escena. ¿Dónde ha estado escondido hasta ahora este pedazo de actor? Me encanta hasta su ruin y rastrera forma de luchar con esa porra microscópica. El villano trágico con los ojos más inquietantemente saltones de la TV nos ha regalado, además, algunas de las mejores frases de la serie (en la sección el dialogo de la week). Habrá premio para quien acierte en qué capítulo y situación fueron dichas ;)


Y aquí acaba la primera parte del especial lostil. Como no podía ser de otra manera, está dedicado a Vane, mi lostie favorita. I'm sorry I'm so late!

05 November 2009

Las mejores love stories no son siempre películas de amor



Esta no es una actualización sobre películas románticas, es una actualización sobre historias de amor.

Tal vez el otoño y el invierno nos inviten a refugiarnos en recuerdos, momentos, historias y/o personalidades cálidas, supliendo inconscientemente esa dosis de calor extra que se llevó el verano. O tal vez sea la casualidad (¿eso existe?) de que 2 de las 3 últimas películas que he visto pertenecieran a ese denostadísimo género, pero últimamente me he sorprendido repasando mis historias de amor favoritas.

Aunque comencemos por lo nuevo: New York, I love you y (500) days of Summer. La primera es coquetuela, se deja ver, tiene sus momentos y sus frases antológicas (“¿cómo puedes fiarte de alguien que come de todo?”) pero en mi opinión está a un Atlántico de la irregular pero más que resultona Paris, je t’aime. Lo cual, bien pensando, tiene su lógica. ¿Acaso es posible superar en encanto, fascinación y romanticismo a la ciudad luz?

(500) days of Summer aquí atrozmente traducida como (500) días contigo ha sido calificada por unos como “la película que ha revitalizado el genero” y por otros como “la misma mona vestida de seda”. A mi no me ha parecido ni lo uno ni lo otro, si no something in between. Responde, eso si, a la difícil pregunta de “¿se puede hacer una película romántica para nerds/indies/geeks y no morir en el intento?”.
Es fresca, ágil, entretenida, tiene una pareja con charme (que descubrimiento Joseph Gordon-Levitt) y una B.S.O que hará las delicias de cualquier melómano. Comparada con la media de películas del genero, aprueba sobradamente (lo cual en estos clon times tiene bastante merito), pero tampoco es el Cuando Harry encontró a Sally de los dosmiles. En mi memoria cinéfila han quedado grabadas un particular y tronchante homenaje a las películas de Bergman y una original y devastadora escena en la que con la pantalla dividida, vemos desarrollarse dos situaciones al mismo tiempo: la de las expectativas previas y la de la cruda realidad. En resumen, si buscas un film sin pretensiones que te haga pasar un momento agradable, no te la pierdas





Y ahora sí, extraídas de su embalaje fílmico original, he aquí my favorite love stories (que no mis películas románticas preferidas) :

* Antes de amanecer/Antes del atardecer o la agridulce, inteligente, sensible y románticamente perfecta

* Los puentes de Madison o la que regala magia a los que no sólo nunca la han buscado, sino que han dejado de creer en ella

* Breakfast at Tiffany’s o la de los perdedores perdidos reconvertidos a gatos con nombre

* Breve encuentro o la del tren que perdiste y cuyo número anotaste

* La edad de la inocencia o la que te regala un caleidoscopio para volver a quitartelo

* Wall·E o la lección de humanidad de los que han heredado lo que los humanos casi hemos perdido

* Vacaciones en Roma o la del cuento de hadas imposible con pareja perfecta y sapore italiano

* Eternal sunshine of the spotless mind o la de los que, sin saberlo, esperan contra toda probabilidad

* Casablanca o la que vuelve a vestir de azul a los amantes y convierte en héroes a los cínicos

* In the mood for love o la de tod@s los que han guardado en el hueco de un árbol un "te quiero" nunca dicho

* La reina de África o la de los opuestos prejuiciosos que acaban reinventándose y rescatándose

* Duelo al sol o la "ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio, contigo por que me matas y sin ti porque me muero"

* Jules et Jim o la de los triángulos equiláteros quasiperfectos

* Amelie o la de los soñadores que saben que el miedo desaparece gracias al amor, pero a los que el amor da miedo





¿Cuáles serían las vuestras? ;)

17 October 2009

Ágora: ¡no es un círculo, es una elipse!



Amenabar, el “spielbercito” del cine español, nunca ha sido un director que me entusiasmara especialmente. De sus “cuatro magníficas”, mi preferida siempre ha sido Tesis. A Los otros, incluso, a pesar de admitirle ciertas virtudes, le tengo un poco de tirria. Antes de verla, many moons ago, me comentaron algo así como “es la historia de una supuesta mujer y sus supuestos hijos” y, en menos de una hora, ya había descubierto todo el pastel. Me frustra el manido recurso de que lo que empieza siendo “los otros”, acabe siendo “los aquellos”. Los fans de Lost me entenderán...

Tal vez por todo esto, me presente ante Ágora con curiosidad, unas expectativas moderadas (ni esperaba una castaña de indias ni un peliculón) y ganas de ver y descubrir en un día frío y plomizo en el que una sesión de cine parecía la mejor opción posible... y me encontré con una película notable.
Haciendo una metáfora no excesivamente original, diría que la quinta criatura amenabariana se parece a Hipatia, su protagonista: ambiciosa, reflexiva, más intelectual que emocional y observadora de la realidad a través de un punto de vista pretendidamente objetivo, distante, casi marciano.

El McGuffin: la astronomía. ¡Ay, la astronomía! Si existiera algo así como un hobbie frustrado, algo que te apasiona pero para lo que no estás dotado en absoluto, los misterios del cosmos serían el mío. ¡Malditos numerajos! Nunca se me dio bien recordar unidades astronómicas, masas planetarias o la cantidad de lunas que tiene Saturno, por poner un ejemplo, pero eso nunca le ha restado ni un ápice de fascinación. Por eso me engancharon instantáneamente las lecciones de la protagonista y su pasión por saber más, por ver más allá. Las escenas científicas son, en mi opinión, de lo mejor de la película.

Los minimus: algunas críticas han tachado Ágora de pretenciosa, vacía, tendenciosa, demagoga, fallida, fría, mal escrita, sin ritmo, mal interpretada y un largo etc de lindezas más. Como defensora de injusticias y ensañamientos varios, siento el impulso defender su "no perfección".

- Los cristianos devotos se quejan de que se les retrata como mercenarios religiosos, crueles, incultos y fundamentalistas. A lo que yo añado, ¿que hay malos malérrimos planos y de manual? Sí. ¿Qué se podía haber contado de otra manera? Pues también. Pero no neguemos la dolorosa evidencia: de ese pasazo atrás los católicos si fueron responsables. De todas formas, ni los paganos ni los judíos salen de rositas: los primeros son cultos, más liberales (recuérdese la frase pronunciada por uno de los amigos del padre de Hipatia “si a mi me gustaran mas los plátanos que los higos, no se me escaparía ese chico”) y aparentemente más pacíficos (siempre y cuando nadie amenace su dominio, of course), pero son snobs, clasistas, tienen esclavos y siguen pensando que ser mujer es lo peor que le puede pasar a un ser humano. Los judíos conviven armónicamente con estos, pero son igual de clasistas, no dudan en aprovecharse de su supuesta ventaja, en pisotear a los desfavorecidos y en sacar las espada a la primera de cambio. Juzguen ustedes mism@s.

- La historia de amor es fría y sin chispa. Pues que quieren que les diga, a mi el triángulo que une a través del tiempo a dos hombres de orígenes y caracteres muy distintos y enamorados hasta el tuétano con una mujer que saben que jamás podrán tener, me parece que tiene su aquel. Me interesa más el binomio Hipatia-Davo que el de Hipatia-Orestes, porque el personaje del esclavo dividido, apasionado, rabioso y ambivalente me resulta más interesante que la del acomodado (¿pagafantas?) Orestes. Puestos a pedir, a mi me habría gustado más complicidad, más emoción, más ternura, más sensualidad (¡que manera de desperdiciar la escena de la bañera, leñe!), pero a pesar de estos pesares, no me resulta fría en absoluto (mis favoritas son la escena de la caricia en el pie y la del rezo de Davo). Chispa si hay, señores, lo que no hay es magia.




- Algunos fans de Amenabar argumentan que se sienten decepcionados porque esperaban un peliculón. Cuando leo y escucho este tipo de cosas, me viene a la cabeza la misma frase que le estuve gritando telepáticamente a Hipatia durante casi todo el film: ¡no es un círculo, es una elipse!. Y digo yo: ¿Dónde está escrito que tenía que ser una película redonda? ¿por qué a veces vamos al cine con unas expectativas tan claras de lo que esperamos ver? ¿tan difícil es darle forma a lo que te cuentan mientras te lo están contando? No se puede pretender ir con la idea de ver Troya, Alejandro Magno o Gladiator sólo porque compartan género cinematográfico.

- Google Earth sucks. A mi no me molestan los tan criticados planos “extraterrestes” de Ágora, me molesta su reiteración, que al final resulta excesiva. Los letreros en forma de elipsis en mitad del film tampoco me gustaron. De todas formas, hay que decir a su favor que también hay planos atrevidos e imposibles que sorprenden y se agradecen, incluso aunque algunos no te acaben de cuadrar.

- No es una biografia fiel. Aquí sí le tengo que dar la razón a los detractores... ma non troppo. Después de investigar un poquito, he descubierto que no es el supuesto biopic que nos intentan vender. Ni hubo love story con Orestes, ni murió en plena plenitud de su belleza, ni fue atacada por quien nos comentan y puede (¡ay!) que ni siquiera fuera astrónoma. Habría sido más inteligente decir que la película está, simplemente, inspirada en la figura de Hipatia.


Los maximus: y para terminar con buen sabor de boca...

- Rachel Weisz ¿Cómo una guaperrima mujer que desprende tanta sensualidad (recomiendo el visionado de My blueberry Nights justo antes de ver Ágora) puede no sólo resultar creíble siendo la serena, racional, asexual y distante Hipatia, sino que ya no te puedes imaginar a ninguna otra actriz encarnándola?

- Dirección artística y vestuario. Si hay algo en lo que Ágora es redonda, es en estas dos categorías (especialmente la segunda, de oscar). Cuidado y mimado al detalle. Sales del cine pensando: ¡Yo estuve allí, lo he visto!.

- Un paso atrás visto por vez primera: es emocionante y tristísimo al mismo tiempo, asomarse desde la big screen a un momento histórico clave que, como diría Neil Armstrong: “es un paso atrás para el hombre, pero un gran retroceso para la humanidad”. Amenabar retrata bien sus convulsiones aunque algunos le acusen de creerse Dios. La violencia no es heroica, es fea.

- Hipatia revisited. Confieso que estoy encantada de conocerla. Rescatar a una filosofa como Hipatia para el gran público, incluso aunque no sea un retrato todo lo veraz que nos gustaría, se agradece y mucho. No todas las mujeres han nacido para ser madres y esposas y si aún hoy es difícil enfrentarse a ese imperativo sociocultural, imagínense entonces. Había que ser una super woman, no sólo para resaltar académica y profesionalmente en un momento histórico asquerosamente machista, cambiante, convulso y cruento, sino para mantenerse fiel a si misma durante toda su vida y sobrevivir al olvido. Ya sólo por ella merece la pena pagar el precio de la entrada. Recuérdese en su memoria y en el de todas las mujeres que se tragó la historia, un maravilloso proverbio africano: "Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de caza siempre glorificarán al cazador".

En resumen: Si han llegado hasta aquí y aún no la han visto, liberen sus mentes y no esperen necesariamente un círculo, encuentren su propia figura geométrica ;)

30 September 2009

De conchas alternativas o premios Thalassus



Aunque la entrega conchil del Zinemaldi se celebró hace cuatro días, este es mi especial premios festivaliles off-the-record, aquellos que nunca podrán verse en TV:


* Perla XXL para Terry Gilliam por ese maravilloso clásico instantáneo que es The imaginarium of Doctor Parnassus. ¡Ese enorme Christopher Plummer! (¡que buen Dumbledore habría sido!). ¡Ese genial Tom Waits! Thanks por este film, Mr Gilliam!

* Cardo de mar al/a más “bordeline” para Carmen Machi por romper y negarse a firmar la foto que un fan le había sacado el día anterior.

* Ostras al/a más sexy para Jim Morrison por el interesante documental When you’re strange: a film about The Doors de Tom DiCillo.

* Sirenita a la más ídem para Saffron Burrows y su 1’85 cm de elegancia, charme y discreción. A su lado, el ácido y parsimonioso Antonio Gasset y el resto de los miembros del jurado Nuevos directores parecían hobbits.

* Tinta de calamar para Mother de Bong Joon-ho o esa historia negra negrísima (con toques de humor aún más black) de una mamma detective empeñada en demostrar la inocencia de su hijo aunque se le vaya la life en ello.

* Delfín para Sir Ian McKellen por su encanto y carisma. A la organización del Zinemaldi se le llena la boca con él y no es para menos. El mago McKellen ha sido simpático, locuaz, solícito, humilde, inteligente, educadísimo... y donostiarra. Lució como nadie la camiseta de la candidatura de San Sebastián como ciudad europea, amén de la txapela en la entrega del premio Donosti... ¡y se marchó de nuestras tierras con ella!.

* Medusa a la pregunta más irritante para “¿Y no has visto a Brad Pitt?”. No, leñe, no. Pero he tenido la suerte de tener presentaciones y coloquios en la mayoría de las pelis que he visto. Me ha hecho una ilu loca conocer al loco entrañable Terry Gilliam (y su sempiterno look hawaiano) o escuchar las emotivas words de Bahman Ghobadi sobre No one knows about persian cats. Este último se está convirtiendo, además, en uno de mis héroes.

* Espuma de mar al mejor Pelo Pantene para Tom DiCillo. Cito textualmente: “Durante su estancia en Donostia habrá ocasión de comprobar, una vez más, su pericia en la ejecución de esa suerte capilar consistente en dar seco golpe de cuello para recolocar la melena”.
* Alga Kombu a lo más verde para la protesta frente al Kursaal de todos los directores iraníes presentes + espontáneos solidarios contra la política del presidente de la república islámica, Mahmud Ahmadineyad, un hombre que si ha cometido fraude electoral, ha sido exclusivamente cumpliendo las órdenes que Alá le transmitió a través del profeta. Juas.
About la peli de Hana Makhmalbaf sobre las elecciones iraníes, Green Days, las opiniones fueron encontradas. Yo la vi con ojos de documental y la aprobé justito. Luego descubrí que no, que era una película, y la suspendí.

* Coral al cutis de porcelana para Naomi Watts y su belleza in black durante la presentación de Mother and Child, el último trabajo del retoño de Rodrigo García, que además de la película, llegó con su tirria a las (inevitables) comparaciones paternas (es figlio de Gabriel García Marquez).

* Cangrejo Sebastián al/a más curiosón para Quentin Tarantino por meterse entre pecho y espalda de su camisa de cuadros 3 sesiones seguidas del ciclo Richard Brooks, ese director que, a excepción de Cayo Largo, La gata sobre el tejado de Zinc o Dulce pájaro de juventud, para mi era un gran desconocido.

* Caballito de mar a lo más emotivo: la dedicación “A film by Heath Ledger and friends” al final de El imaginario del Doctor Parnassus. Pelos de punta.

* Pulpo Fiction al motor del Zinemaldi: el público. Aunque muchos sean ñoñocinefilos, algo más tiene que haber para que se llenen puntualmente todas las salas, ciclos La contraola, Horizontes latinos y La contraola included.





Y hasta aquí mi 57 edición del Zinemaldi. Gracias a los pocos pero selectos lectores que me han acompañado en mis crónicas :)

26 September 2009

Diario festivalil 3: De Contraolas, historias paralelas y Bambis pervertidas



Dice el refranero más casposo que “de una boda sale otra”. Yo propongo una versión cinéfila y modernizada: ¿de una película sale otra aunque nunca lleguemos a verla en las pantallas? ¿tienen larga y prospera vida sus romances?

Una despistadísima mujer de mediana edad pregunta donde se compran las entradas para Les chansons d’amour segundos antes de que se abran las puertas del cine. Es prácticamente imposible que consiga su propósito, pero, oportunamente, y ante la sorpresa de tod@s, un hombre le anuncia que tiene una entrada de sobra y no sabe qué hacer con ella. La mujer se lo agradece en el alma y ambos caminan juntos. No sé nada de su vida ni sus circunstancias, pero en mi cabeza, suena la B.S.O. de Los puentes de Madison.

Podría decir que escogí este film por que me apetecía ver un musical, pero ver cantar a Louis Garrel también tuvo mucho que ver. El argumento es, cuanto menos, curioso. Pareja heterosexual en crisis comienza a admitir en su cama a la compañera de trabajo de él, pero ninguno de los tres parece feliz con el “apaño”. Paris es gris y plomiza y hace frío. Los personajes cantan sin una variación de puesta en escena o de dispositivos de cámara. Cantan entre diálogos, como si fuera una frase más, como si la poesía fuera parte de la realidad. Una muerte inesperada rompe el ménage à trois y sumerge en la depresión al guapísimo Garrel. ¿Qué o quien le ayudará a superar su dolor?

Observar al tipo que tenía sentado al lado durante este coquetón film de Christophe Honoré fue casi tan interesante como seguir la película. A los 10 minutos de la proyección, el hombre ya había sacado el móvil y utilizaba su azulada lucecita para leer revistas, a los 20 engullía un bocadillo a rápidos y sonoros bocados, y a los 45 no sabía cómo sentarse. Obviamente, el individuo en cuestión no sabía a lo que iba. Hay que estar muy libre de prejuicios de todo tipo para soportar que los personajes filosofeen mientras cantan, que las posibilidades romántico-sexuales se multipliquen o que los adolescentes se pongan a recitar poesía por la calle (en lugar de hablar de sexo utilizando muchos tacos). Y esto, mes amis, solo lo saben hacer bien los franceses. Para mi libro de citas, la última frase: “quiéreme menos, pero quiéreme durante mucho tiempo”. Puritita neurosis.




De musicales agridulces, pasé al drama carcelario más duro durérrimo con Un prophète, la película que casi le quita la palma de oro a La cinta blanca de Haneke.
Resumiendo muy mucho la trama, y en lugar de repetir únicamente lo que han dicho de ella los críticos mas sesudos (que si descenso a los infiernos, que si electroshock fílmico, que si metáfora de la corrupción moral de nuestra sociedad), diría que su protagonista comienza siendo Bambi y acaba convertido en Vito Corleone. Jacques Audiard no moraliza, no hay buenos buenísimos ni malos malísimos, su película se parece a todos los films carcelarios que hemos visto, pero, al mismo tiempo, no tiene nada que ver con ninguno. Se habla francés, pero también arabe y corso (con razón me frustraba tantísimo no entender ese italiano raroso). Aspera, cruda, seca, violenta y no apta para esos días que todo parece conducirnos al suicidio, posiblemente, una de las películas del año.


Casualidad de las casualidades, de Audiard a Audiard y tiro porque me toca. De battre mon coeur s’est arrêté (De latir mi corazón se ha parado) es tan noir como el futuro de Tom, su protagonista, en el sórdido y brutal negocio inmobiliario paterno. Su rutina consiste en soltar ratas en los edificios, destrozar casas a golpes de bate de baseball y desalojar inmigrantes de la manera mas ruin y despreciable, rodeado de compañeros aún mas despreciables. Pero quiere la casualidad (juas, como si eso existiera) que su antiguo profesor de piano se cruce en su camino y haga resurgir su vocación de pianista con una pasión y energía arrolladoras (su mère también era una virtuosa de este instrumento). Su vida gira desde este momento alrededor de una audición. Pero su padre y sus amigos desprecian su “cuento de hadas” y Tom se verá dividido entre mamá y papá o, dicho de otro modo, entre lo que mas feliz le hace en el mundo y la lealtad a su padre + las imposiciones sociales.

Este interesantísmo film es un remake de la americana Fingers (1978), que estoy deseando ver y, por sus rostros y sus comentarios, pareció agradar a mis compañeras de butaca, a pesar de sus pesares. Minutos antes de la proyección, comentaban con acierto “¡Que rachita! No he visto ninguna película en la que no haya abusos, familias disfuncionales o se muera alguien. ¡Parece que si en una peli no hay barbarismos, no es película!”. ¡Cuanta razón, jóvenes padawanas!


Hoy los niños en el velódromo ven con sus colegios Ponyo en el acantilado en esa maravillosa tradición “pon la semillita cinéfila en las mentes incautas” que desde años sigue el Zinemaldi. Con un poco de nostalgia y un mucho mas de mala leche, recuerdo que a mi me llevaron a ver pelis de Antonio Ferrandis y de los ewoks (¡ay, como han cambiado los temps!), y, una vez mas, lo tengo claro: he nacido demasiado pronto.


Me quedé sin ver: Gigante, por culpa de mis prejucios hacia la sección Horizontes latinos. Hacia tiempo que había oído parlar (très bien) de la historia de un vigilante nocturno que se enamora de la chica la de la limpieza. Ais.
London River; Yuki & Nina; 77 Doronship; The scouting book for boys….la lista empieza a ser dolorosamente larga, porque muchas ni siquiera llegarán a nuestras carteleras :(

Deberes cinéfilos: si el atractivo y talentoso protagonista de una película, por algún maravilloso motivo, te mira fijamente dos veces, no te cortes. Sonríele, fille, sonríele...

22 September 2009

Diario festivalil 2: De soledades compartidas y gatos persas



Día 20 o Desperada on the block
Mientras estudiaba en el bloque de apartamentos del edificio estudiantil más popular de Munich, Tomasz Emil Rudzik, descubrió que una especie de halo de melancolía y tristeza rodeaba a sus habitantes. Todos ellos se movían en pequeñísimos grupos, parecían muy solos y su mayor momento de intimidad, como diría Wong Kar-Wai en Chungking Express, eran situaciones forzadas, como los encuentros en los ascensores. Después de pasar una media de 8 horas diarias subiendo y bajando pisos, intercambiando saludos y estudiando a sus vecinos con paciencia de entomólogo, Rudzik ya tenía el argumento para su proyecto fin de carrera.

Desperados on the block es coquetuela, fresca, simpática y tiene el buen ritmo del que se suelen beneficiar las películas corales. Todos sus protagonistas son extranjeros en tierras germánicas. Uno es un sordomudo enamorado de una bibliotecaria a la que tiene miedo de declarar su amor por miedo al rechazo; otro es un tímido estudiante chino que se paga los estudios dando clases de matemáticas a lolitas malcriadas; y la tercera, es una estudiante de teología católica que decide romper, uno a uno, los diez mandamientos, a la espera de la señal definitiva que le confirme o le desmienta la existencia de Dios.
¡Qué lástima que los buenos ingredientes no acaben de entremezclarse y que un final torpe y precipitado, nos deje la sensación de que “nos falta el postre”. Pero qué alegría que esta opera prima sugiera futuros y prometedores banquetes.




Día 21 o No sabía nada de gatos persas
Perlas de otros festivales, I love you! Cuando descubrí que una película de mi sección favorita de Zabaltegi tenía por título No one knows about persian cats y que, además, estaba dirigida por Bahman Ghobadi, el director de Las tortugas también vuelan, mi gatofília y cinefilia unidas lo tuvieron claro: tenía que verla. Y es que nada que aluda a los fascinantes felinos puede ser malo.

Si en Seasons in the sun, much@s se sorprendieron al descubrir que los adolescentes chinos estaban tan perdidos (y salidos) como los del resto del planeta, en este film iraní, todos los prejuicios contra la juventud de este país saltan cual metralla abochornando al espectador. Si, esta película deja con un palmo de narices a quien espere ver una peli de Kiarostami, Samira Majmalbaf o escenas de crudeza y miseria descarnada. Aunque, eso sí, hay mucho drama.
Sus protagonistas son músicos que quieren tocar dentro y fuera de su país. Lo suyo es el indie rock y son fans de Sigur Rós, Joy Division, The Beatles o The Strokes. Ellos llevan el pelo revolvible y bolsos cruzados y sueñan con visitar Islandia. Ellas leen a Kafka y conducen su peugeot 206 mientras sus novios cuidan de sus mascotas. Son tan reconocibles a tantos niveles, que podrías ser tú. Pero nacieron en un país en el que las mujeres no pueden cantar solas, cualquier actuación musical es ilegal, y hasta los niños denuncian a los músicos que ensayan en los áticos. Conseguir un visado y un pasaporte para viajar a Londres, más que una odisea, es una utopía.

Los géneros de este falso documental se suceden armónicamente. Te ríes, te enterneces, te reconoces, escuchas su música y, cuando menos te lo esperas, la realidad te golpea en los dientes. Y cómplice y sin defensas, es cuando el mensaje más contundentemente llega.

A la salida del cine, conmovida, melancólica, dispersa, tras haber puntuado con un notable alto la perlita que acababa de ver, un mimo se me acercó y me regaló un bolígrafo a cambio de una sonrisa.



* Me quedé sin ver: Precious, que ha entusiasmado y tenía una pinta fantástica ya sólo sobre el papel; Taking Woodstock, porque aunque según algunas sea un pastelito, Ang Lee es Ang Lee; Daniel y Ana, la sorpresa de Horizontes Latinos; y Das Weisse Band del sádico pero interesante Michael Haneke.

* Deberes cinéfilos: tomarme una píldora para la invisibilidad cada vez que vea una peli con coloquio. Escuchar curiosidades varias del equipo de la peli es un regalazo, pero que las azafatas se paseen aburridas por entre las filas micrófono en mano ante las decepcionadas faces del director, productor y actor, es un bochorno. Se ve que en Donosti tampoco se pregunta...

19 September 2009

Diario festivalil: día 18 o Seasons in the rain + limones



Muchos refraneros, nacionales e internacionales, asocian la lluvia a la bienaventuranza y la buena suerte. Según esta máxima, o bien el menú de la 57 edición es el más suculento de los últimos tiempos, o l@s sabi@s populares jamás pisaron Donosti.
Ayer el otoño parecía querer arreciar con toda su melancólica furia... y cayeron limones. Irónicamente, mi primer film festivalero, por su título, parecía toda una “limonada cósmica”. Bautizada en honor a una canción de Nirvana (la banda favorita del melenudo protagonista), la china Seasons in the sun, es como un refresco de limón que no termina de quitarte la sed. Entre otras cosas, porque tú el que querías era de naranja. Y te aburres entre los vaivenes romántico-sexuales de su adolescente trío protagonista, y aunque apuras tu bebida, al final te importa un carajo a cuál de los dos púberes prefiere la moza. Te pierdes en tu memoria cinéfila y acabas comparando las espectaculares piernas en shorts + bailarinas de la gacela protagonista con las de la Hepburn en Sabrina. Luego descubres que esta Audrey oriental es la modelo más cotizada de China y que su humilde familia le puso el nombre de una princesa, y lo entiendes.

Los asientos del Kursaal son como un amigo con el que mantienes una relación ambivalente: una parte de ti se alegra de verlo por todo vuestro historial de vivencias y complicidades compartidas, pero otra sabe que acabará doliéndote a los diez minutos. Libre de sus garras, a eso de las 18:00 h, el efecto “diluvio universal” persiste, pero toda una marabunta de efervescencias hormonales lo desafía a ambos lados de la alfombra roja. Al pasar a su lado, ellas saben que tú sabes que están reservando sitio para cuando pase el nuevo chico Tarantino, pero puede que lo que algun@s sepamos y ellas no, es que el cuarenteño más guapo del celuloide hará su paseo del hotel al teatro Victoria Eugenia y no a los cubos de Moneo. Más limones.



La Pittmanía, no por predecible, deja de sorprender. Y no sólo porque hayan traído vallas anti-pánico de algún lejano macroconcierto, sino porque incluso famosas críticas donostiarras de sexualidad dudosa, han alabado babosil y reiteradamente las virtudes de su glorious butt. Pitt llegó, vio y triunfó. Estuvo simpático, cálido, accesible, firmo autógrafos y tambores varios, pero aunque tod@s sigamos queriendo un hijo suyo, nadie parece querer admitir que Mr Jolie estaba más feo que nunca. Cualquiera puede pensar que no es posible estropear esa cara, pero, desgraciadamente, se equivoca. Y es que las perillas de chivo pirenaico deberían estar prohibidas.

No se qué tiene el Zinemaldi que parece atraer la desglamourización de sus invitados. Las stars vienen, sí, pero dejás de la mano de Dior, como si fueran a comprar el pan. Los ejemplos son muchos y dolorosos. Hace muchas lunas, Keanu Reeves se nos presentó paseando por las nubes con barriguita y abundantísima barba; Emma Thompson demostró al mundo que era rubia de bote (y que las peluquerías británicas son muy caras); y Jeff Bridges exhibió sin pudor un look a lo "abuelo de Heidi" al recibir su premio Donostia.

Aunque mi apuesta al premio "Anti-Nati Abascal" al famoso menos glamouroso de este año, es para Tarantino. Tito Quentin, ya sabemos que lo importante es el cine y tal, pero, es que llegaste al hotel con camisa de prota de Siete novias para siete hermanos.... ¡y no has sido capaz de cambiarte de ropa desde entonces! Rueda de prensa, cena en Arzak, presentación oficial de la película...y nothing. Pensándolo bien, habría que crear un premio "Oink" en tu honor. El Zinemaldi es el hermano pobre de Berlin, Cannes y Venecia, pero que tristura limonil que no te emperifolles en nuestro honor, jop..


Me quedé sin ver: Inglorious Basterds, ridículamente traducida como Malditos bastardos, cuando en realidad debería ser Cabrones sin gloria, y me niego a verla doblada. Ains...
Y también para Whatever works, el último intento de Allen por demostrarnos que filmar una peli al año no siempre es una buena idea. Aunque a tenor de las críticas, parece no haberlo conseguido...

Deberes cinéfilos: descubrir la diferencia entre cine camp, cine slasher y cine trash.

14 September 2009

Ñoñocinefília



Si la relación amor-odio que mantengo con mi ciudad fuera una goma, ocasionalmente, ambos lados se tensarían tanto, que acabarían por romperse, dándome en plena face.
El momento del año en que más adoro mi ciudad, es en septiembre, durante el Zinemaldi y, al mismo tiempo, el período en el que odio Donosti con la furia de las Siete Plagas, es a lo largo su festivalera semana. "¿Por qué?" sería la question. Por culpa de la ñoñocinefília, of course.

Ayer se pusieron a la venta las entradas de tan esperado evento. Chachi. Como cinéfila aplicada que soy, me dispuse a madrugar para sacar, con suerte, la mayor parte de los preciados tickets que tenía in mind. Doce era mi número de la suerte y cuatro fue el seleccionado por el cajero hasta descuajeringarse sin remedio. No problemo. Me fui al meollo, al epicentro, al big kahuna de la venta anticipada de entradas. Me sorprendió encontrarme únicamente con un grupo de, aproximadamente, 50 personas, pero la heidil sonrisa fue eliminada quirúrgicamente de mi rostro cuando un alma caritativa de mediana edad me señaló: “hay que coger ticket, como en la pescadería”. Dejando de lado el efecto sinestésico de tan repulsiva comparación (si a Neruda le hacía llorar el olor de las peluquerías, mi kriptonita se encuentra en otros lares), cogí un biglietto y comprobé con estupor y espanto que mi numero era el 414... ¡e iban por el 90!.

Afortunadamente, un conocido ángel con el number 103, me rescató. El sol brillaba, los pájaros cantaban, Donosti molaba y toda mi energía se colocó del lado amoroso de la goma again... pero no por mucho tiempo. Las entradas para TODAS las sesiones de Whatever works, la última de Allen, estaban agotadas. Pupita güan. Las entradas para TODAS las sesiones de Inglorious Basterds, el esperado film de Tarantino eran un rotundo sold out. Pupita chu. No quedaba ningún miserable ticket para La cinta blanca, made in Haneke y premio Fipresci a la mejor película del año. Pupita zri. Había un error tipográfico en Five minutes of heaven, de Olivier Hirschbiegel y lo que parecía una sesión normal, era para la prensa. Pupita for. Y de London River, muy bien acogida en el festival de Berlin, no quedaban ni las raspas. Pupita faif. Balance: siete de doce.


A pesar de que la vendedora, muy amablemente, me confirmara que para la última woodyallenada y tarantinada, por ejemplo, las entradas se habían agotado desde el minuto uno, no cuela. La dolorosa experiencia, año tras año, me confirma que el enchufismo horrendo funciona desde el principio de los times, y supe que algún/a repelente suertud@ hijo, amante, amig@ o herman@ de tal, antes de abrir la taquilla y sin siquiera mover un finger, ya tenía en su poder la entrada que, por justicia, nos correspondía a algun@ de l@s que nos lo hemos currado y amamos el cine.

Y es que Donosti nunca dejará de fascinarme. Del palomiterismo descarado exhibido durante 356 días del año, se pasa a una entusiasta y voraz cinéfilia en menos que se dice Piolín. La gente acude en masa a leer subtítulos de films de paises tercermundistas, con el fervor de quien visita a la meca. Why? Porque es muy cool y queda monísimo de cara a la galería (o, a la barandilla de la Concha, en este caso).
Mi ñoñocinefil@ favorito es ese/a tristerrim@ individu@ de mediana/tercera edad, que es fan de Cine de barrio, y acude a ver todas las pelis de la Sección Oficial para criticarlas con saña a la hora del café con sus amigos. Otro ñoñocinéfil@ dign@ de estudio es el/la que nunca (o casi never) va al cine pero, acude emperifolladísim@ a las galas (entregas de premios, ceremonia de inauguración, clausura y demás) con aires de VIP, para lucir palmito y ver al famosete/homenajeado de turno.

Y es que cuando viene una super star la cosa se sale de mother... (and father and Holly Spirit). Me temo que este año, el virus bradpittil nos asolará con bastante más saña y contundencia que la omnipresente Gripe A. Todos y todas querrán tocarle, babosearle, darle jabón Nenuco, sacarle fotos y exhibirlas después en su féisbuk. De hecho, auguro que dentro de 10 años nadie se acordará de qué película ganó la concha de plata, quién fue premio Donosti, o qué nivel medio tuvieron Zabaltegi o la Sección Oficial. No, “brotha”, el 2009 pasará a ser, irremediablemente, “el año que vino Brad Pitt”.




Pd: ayer estaba tan furiosunda, que revisando las últimas ofertas de megavideo, encontré Five minutes of heaven, una de mis "pelis robadas" en esta futura edición, en excelente quality y V.O y como a falta de bread, buenas son pancakes, me la vi. Así que puedo decir que es recomendabilísima, con un duelo actoral que deja K.O. (ese contenido y doliente Liam Neeson, ais) y que, además, tiene uno de esos finales redondos que tantisísimo me gustan.

07 August 2009

¿Qué aprender de Harry Potter y el misterio del príncipe?



- Viendo la quinta, uno puede pensar que es imposible ver una adaptación potteriana peor, pero se equivoca...
- El guionista, Steve Kloves (al que siempre agradeceré la magnífica Los fabulosos Baker boys) ha vuelto después de la masacre del título anterior.... pero pa’ que lo hiciera...
- Más que una película, parece que estamos viendo un collage hilvanado sin gracia y con puntadas muy gruesas
- Ron y Hermione están más preocupados por sus efervescencias romántico-hormonales que por la seguridad del mundo mágico (y ella casi nos hace olvidar que es la primera de su clase)
- Lavender Brown, el ligue de Ron, tiene más protagonismo que Voldemort (además de un cierto parecido con la Elsa Pataky de Al salir de clase)
- Una de sus mayores bazas, es ir comparando las evoluciones físicas de los protagonistas (lo cual no dice mucho a favor del argumento)
- A pesar de que mi acompañante no este de acuerdo, Ron cada vez está más buenorro (¡por Yoda, que no me le corten el pelo!)
- Si se van a poner en plan “Sweet sixteen”, que lo hagan bien. La historia de amor entre Harry y Ginny está mutilada y el primer beso de la novela, es de esos que reducen la vida en uno o dos años. ¡Aprovechad el material original, leñe!
- Habría que practicarle un cruciatus al estilista que ha ideado el corte de pelo de Harry en las dos últimas entregas. Un chico al que le vuelve a crecer el pelo a minutos de cortárselo y que, haga lo que haga, siempre lo tiene revuelto, no puede llevar ese peinado de primera comunión
- Dumbledore cada día se parece mas a Gandalf
- El niño que hace de Voldemort preadolescente (Hero Fiennes Tiffin) tiene mucho futuro.... en todos los sentidos. Se nota que de Fiennes le viene al galgo...
- Las actuaciones, en general, son más convincentes. Siempre es un placer ver a Alan Rickman y a Jim Broadbent nos lo creemos todito todo
- ¿John Williams ha sido eliminado con algún maleficio o lleva la capa de invisibilidad?
- Un final que debería poner los pelos cual púas de Espinete en el Ártico se queda en “Ya es otoño en El corte inglés”
- ¡Que mayor está mi McGonagall, jop!
- Harry anuncia que es el elegido con mas convicción y orgullo que Neo al final de Matrix (la primera, of course. Las otras dos, en lo que a mi respecta, no existen)
- Han subestimado la memoria freakil presentando como nuevo "septumsempra", un encantamiento que ya aparecía en la dos...



Sí, lo sé. Mi retonno se ha retrasado mucho. Demasiado. Pero es que cuando más lo postergaba, más espectacular tenía que ser el regreso. Y, al final, lo que me ha hecho regresar, no ha sido un artículo más o menos currado, si no la necesidad de desahogar mi freakismo.

No olviden pasar por la encuesta de la derecha. Prometo no arrancar (demasiadas) cabezas si no gana Wall·E ;)

24 May 2009

First Love



Dicen que al primer amor se le quiere más y a los otros se les quiere mejor. Trasladando esta afirmación al séptimo arte, podríamos asegurar que tod@s l@s que amamos el cine hemos tenido un primer cuelgue fílmico en alguna etapa tierna y esponjil de nuestra existencia, un punto de inflexión emotivo-temático-visual que, de alguna manera, nos ha marcado para toda nuestra vida.





En mi caso, a pesar de repetir(me) cansinamente que no soy una “genre girl”, en un ejercicio de honestidad, he descubierto que haber crecido en los 80, la época dorada del rey midas Spielberg, “estrenándome” en la big screen con Elliot y E.T. y considerando the coolest of the cool films como Star Wars (el mayor culpable de mi cinefilitis), Back to the future, Indiana Jones y Superman, tiene que dejar secuelas. Asi que, me guste o no, si hay algo a lo que a esta freak le cuesta resistirse, por encima de otras tentaciones fílmicas, es a una buena película de ciencia ficción.





Por lo tanto, la soundtrack cinéfila de la época más cándida de mi vida, se puede resumir con dos palabras: John Williams. Nunca he ocultado mi adoración por este mítico compositor y, de hecho, llevo años pidiendo su canonización o, en su defecto, que su córtex musical sea estudiado por la ciencia, cuando nos abandone dentro de muchos, muchos años.
Así que, en parte por mi nostalgitis, y en parte porque mis obligaciones estudiantiles no me permiten extenderme con actualizaciones más elaboradas, os dejo hasta finales de junio reflexionando sobre vuestro primer amor fílmico, con una nueva sección-encuesta y la mejor B.S.O. posible.





No hace falta que confiese cuál es mi score williamsiana favorita, ¿verdad?





Enjoy and think! ;)

17 May 2009

Cosas que me dan vergüenza ajena


* El (incomprensible) éxito de Fuga de cerebros:

La vergüencitis no es por la peli en si (lo cual sería más que justificable), sino por las enciclopedias que se podrían escribir sobre el criterio del espectador medio en este país.
Hombres testosteróneos de España, lo buenorra que está mi tocaya no es una excuse para tragarse un bodrio de tan títanicas dimensiones, se pongan como se pongan.

Si un/a amig@ te la recomienda insistentemente y te conoce un poquito... cambia de friend or... run!

* El irreconciliable "Déjame entrar versus Crepúsculo":

Las comparaciones siempre son odiosas, pero, en este caso, además, resultan absurdas. Comparar un film con otro, es como comparar un galgo con un caniche en una carrera de canes: ni son de la misma raza, ni compiten en igualdad física, ni anatómicamente están creados para lo mismo. Una es un culebrón moderno, una historia adolescente con vampiros hecha, sobre todo, para púberes, y la otra es una historia de amor/horror atípica que, casualmente, tiene como protagonista (¿femenina?) a una vampira adolescente.

Se que me arriesgo a ser el objeto de la ira desatada tanto de los fans de las criaturas de Stephanie Meyer como de cinta de culto indie sueca, pero a mi no me entusiasma ninguna de las dos...

* Comprobar que los dosmiles son más conservadores que los 60 en la Enterprise de Star Trek XI:

El creador de la famosa saga trekkie, Gene Roddenberry, era un hombre idealista que creía que el ser humano era bueno por naturaleza. Hace mucho, mucho tiempo, imaginó una utopía futurista, donde las razas no importaban y las "diferencias interespecie" convivían armónicamente. Meter a un ruso en la tripulación (con la tan reciente guerra fría de EE.UU. con Rusia), a una mujer negra (en los tiempos de Martin Luther King donde el racismo era algo tristemente cotidiano y una mujer nunca tendría un puesto de importancia en una misión espacial), o a un hombre de rasgos asiáticos como el Sr. Sulu (con las heriditas aún abiertas de guerra con Japón), fue algo very revolucionario.

40 años después han retomado la saga, le han hecho un lifting (y han guapeado a todos sus miembros, para que negarlo) y el producto final es una precuela entretenida llena de carismáticos, personajes... masculinos. En la Enterprise (y fuera de ella), sigue flotando mucha más testosterona que estrógenos. Y es que parece ser que el espacio no es la última frontera después de todo. Los años han pasado, hay mucha tecnología, mucho (aparente) dilema filosófico-moral, mucho avance socio-cultural, pero ellos siguen siendo los que pinchan y cortan y ellas, las sacrificadas madres, las chicas-jarrón-que-hacen-bulto-y-llevan-las-bandejitas o las novias cañón sinsorgas con don de lenguas. Leia, I miss you!

Como diría mi adorado Eduardo Galeano “Vuela torcida la humanidad, pájaro de un ala sola”.





[Sorry si últimamente estoy poco “contestadora” y se me acumulan los posts pendientes. Bad time]

Hablen de las cosas que les den vergüenza ajena lately. Si quieren....

26 April 2009

I've just seen a face: Jim Sturgess



* Radiografía:

Británico, 27 años, actor-cantante. Visto en Across the universe, Las hermanas Bolena y 21 blackjack.

* Prehistoria:

Al ver que su carrera cinematográfica no acababa de despegar, el bueno de Jim decidió refugiarse en su segunda vocación: la música. Y fue precisamente su talento vocal el que poco tiempo después lo rescataría para la gran pantalla. Thank God, o, mejor dicho, thank Jude!

* El flechazo:

En Across the universe, donde actúa, canta, se enamora y enamora. Incluso aunque, como en mi caso, tengas una relación amor-odio con esta cinta de Julie Taymor, no puedes evitar prendarte de este chico "bohemian-scruffy" que se expresa (tan condenadamente bien) a través de las canciones de los Fab Four.

* Razones para no perderlo de vista:

Desde que se dio a conocer, Mr Sturgess parece la bola que persigue a Indiana Jones en En busca del arca perdida: no hay forma humana de pararle. Todos le quieren y él se aprovecha. Y es que el chico posee ese magnético no-se-qué-que-se-yo que sólo tienen unos pocos, carisma, talento, una honestidad que traspasa la pantalla y, además, es guapísisimo.

* Sing it again, Jim!:

No os lo perdáis en Crossing over junto a Harrison Ford, Ashley Judd y Sean Penn, film que pretende analizar el tema de la inmigración en USA desde una óptica no hollybudiense; la polémica Fifty Dead Men Walking o la historia real de un terrorista irlandés arrepentido que se cambia de bando, convirtiéndose en un infiltrado; el nuevo proyecto de Peter Weir, The way back, en el que compartirá protagonismo con nada más y nada menos que Colin Farrell y Ed Harris; y Heartless, la historia de un chico acomplejado que vende su alma al devil para estar "hot chocolate", y acaba pagando un precio inesperadamente alto: convertirse en asesino.

Trust me, Jim is here to stay!

Y si todo esto no es suficiente para que le queráis como yo, he aquí el musical (y prozac) moment exacto en el que me chiflé por él:



Hoy inauguro una nueva sección inspirada por una de las frases de Antón Ego en Ratatouille (“El mundo es hostil para los nuevos talentos”). Desde este humilde rinconcito, van a pasearse tod@s aquellos actores y actrices semidesconocid@s que, a mi parecer, tengan “star quality”, y también l@s que, a pesar de tener un nutrido curriculum, no resultan familiares para el gran público. ¿Y quién mejor para hacer los honores que uno de mis amores platónicos? ;)

17 April 2009

7 porqués absurdos sin respuesta



1- ¿Por qué Mr Eastwood tiene una visión tan pesimista y disfuncional de la familia? Tanto la de Gran Torino como, especialmente, la de Million Dollar baby, de puro tópicas y maniqueas, resultan poco creíbles. ¡Háztelo mirar, gran Clint! *

2- ¿Por que Christian Bale parece querer especializarse en papeles de tipos perturbados, discapacitados mentales, asesinos yuppies o directamente, freaks atormentados con antifaz? ¡Tu carrera está pidiendo una comedia a gritos, un drama (romántico) como God manda, o, simplemente, un tipo corriente, Chris! No dejes que el publico olvide esa sonrisa tan encantadora, picara y ligeramente infantil que tienes. ¡Queremos verla again!

3- ¿Por qué tanto Iñarritu como el recién estrenado director Guillermo Arriaga tienen la sádica y insistente manía de maltratar animales en sus películas? ¿Dónde queda ese humanismo que tanto predican?



4- ¿Por qué nadie parece querer darse cuenta de que el peinado de Barden en No es país para viejos, ese que ha sido nombrado injustamente el más feo de la historia, es una copia descarada del que lucía Josh Hartnett en Las vírgenes suicidas y, si me apuráis, del pelucón de caballo de Cary Grant en La novia era él?

5- ¿Por qué hay tantos actores y actrices que han aterrizado en el cine debido a que una (in)oportuna lesión truncó bruscamente sus deportivas y danzariles carreras? ¿es que la lista de opciones no daba más de si? ¿no podían haberse dedicado, por ejemplo, al bingo?



6- ¿Por qué Carla Gugino, salvo contadas excepciones, más que una actriz, parece una pin-up? A las pruebas me remito: Snake Eyes, Sin City, The singing detective, Watchmen…

7- ¿Por qué me perderé siempre un tercio de los chistes de las películas argentinas por culpa de su encantador pero, en ocasiones, incomprensible acento porteño?


* Se que esta pregunta aparece en una famosa revista de cine, pero a mi también se me ocurrió al ver Gran Torino, ¡que milks!

27 March 2009

Adaptations: los ladrones de palabras

En muchas ocasiones nos comemos las uñas esperando a que el personalísimo y fascinante universo de una novela se traduzca finalmente en imágenes. En otras, una película nos resulta un entremés tan suculento y prometedor, que esa “hambre de más” nos lleva a explorar su original literario.
Y es que, como dice Ramón Llull, "La virtud no cansa". Y en esta, no siempre bien avenida historia de amor entre la literatura y el cine, dos lenguajes tan distintos como el descriptivo y el visual, la gran mayoría de las veces, o se anulan entre si o acaban retroalimentándose para beneficio de ambos. Sin entrar en manidos debates del tipo "¿y tú a quién quieres más, a mamá novela o a papá film?", las principales obras literarias llevadas al cine, se pueden dividir en:

Las adaptaciones clón

Puede que no sean fieles al 100% a la novela en la que se basan, pero resultan (casi) la versión que todos, crítica y público, hubiéramos deseado ver. Como ejemplos, encontramos la maravillosa La edad de la inocencia de Scorsese, la archiconocida Lo que el viento se llevó de Victor Fleming, la sensual Como agua para chocolate de Alfonso Arau, la deliciosamente poética Cyrano de Bergerac o la más reciente y Expiación de Joe Wright.

Tanto la mayoría de las obras de la irónica y victoriana Jane Austen como las del inquietante Stephen King, han sido adaptadas a la gran pantalla. De la primera, cabría destacar la versión de Ang Lee de Sentido y sensibilidad y Orgullo y prejuicio, del anteriormente citado Joe Wright.
Del inquietante autor que siempre duerme con la luz encendida destacan, especialmente, las versiones fílmicas de Carrie, El resplandor y Misery.

Las que nunca deberían haberse rodado

Como espectadores, fans de las novelas o, simplemente, seres humanos, preferiríamos emular al protagonista de Memento y dedicarles un “siempre olvido recordarte” a castañas dolorosas del tamaño de La historia interminable (cuantas generaciones vieron horrorizados como su libro de cabecera acababa reducido a un engendro sin imaginación y sin gracia); La insoportable levedad del ser (si al igual que yo amáis la novela, no la veáis nunca); La tregua (la sutil y romántica historia de amor del genial Mario Benedetti acabó destrozada sin piedad por Sergio Renán), o el realismo mágico que debió llevarse la ouija, en la insulsa La casa de los espíritus... por citar sólo unas pocas.

Muchos directores, antes de destrozarnos el corazón y la paciencia, deberían aplicarse el sabio consejo del maestro Yoda “hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.

Las que eclipsan a la novela original

Si realizáramos una encuesta popular, ¿cuánta gente habría leído el libro de Mario Puzo que inspiró El Padrino de Coppola? ¿Cuántos conocerían de primera mano el relato Sueñan los androides con ovejas eléctricas en el que se basó la magnífica Blande Runner? Al preguntar por el autor de La naranja mecánica, ¿qué nombre acudiría por asociación pavloviana: Anthony Burguess o Stanley Kubrick? O ¿Qué dos personajes imaginarios podrían enamorarse mejor que los insustituibles Clint Eastwood y Meryl Streep en Los puentes de Madison de Robert James Waller?.




Las “bittersweet”

Aprobados justitos o borderline para la hiper-oscarizada El paciente inglés de Anthony Minghela que, en mi opinión, nunca llega a alcanzar el lirismo y la intensidad de la novela homónima de Michael Ondaatje por mucho oscar tenga; 1984, a pesar de ser una película aceptable y de mostrarnos una sociedad hipotética escalofriantemente real, no le llega ni a la suela del zapato al original de George Orwell; Memorias de una geisha, sin ser una novela excepcional, sí era bastante mejor que la descafeinada película de Rob Marshall; mientras que American Psycho, polémicas aparte, se nos olvidó después de una breve ducha con gel exfoliante. Respecto a El nombre de la rosa, el debate aún sigue abierto. Hay quien considera que la exitosa obra de Umberto Eco ha sido casi fagocitada por su versión fílmica, y quien, sin embargo, ve en ella un producto muy por debajo de sus posibilidades.

Las libérrimas

Blake Edwards le fue infiel a Truman Capote. Y mucho. Desayuno con diamantes, no sólo resulta bastante más dulcificada y naïf que su novela homónima, sino que incluye un happy ending con gato incluido que no debió sentar nada bien al personalísimo escritor.

Muchos puristas acabaron convalecientes, tomando sales y abanicándose compungidos, tras el visionado de uno de los clásicos Shakespearianos más míticos, Romeo y Julieta. La atrevida, popera e histéricamente esteticista versión de Bazh Lurmann de los amantes de Verona, cruzaba, además, el límite más unforgivable de todos: ¡el acento yanki!.

La adaptación made in Coppola de Drácula de Bram Stoker no deja indiferente a nadie que haya leído previamente las andanzas originales del vampiro más famoso de la historia. El director italoamericano, le añade a la trama un halo romántico (y erótico) que no está presente en la novela original. No, el conde Drácula de Stoker nunca cruzó océanos de tiempo para encontrar a Mina Harker...

Las bestsellers que no fueron blockbusters

Cuando El código Da Vinci llegó a los cines, estábamos tan saturados de santos griales, conspiraciones y “mariamagdalenismos” varios, que fue como si intentaran colarnos la navidad en julio. ¿Podría salir una buena película de una trama tan mediocre?.

Respecto a Alatriste, ni el capitán Viggo Mortensen, ni el buenrollismo general del equipo, ni el apresurado ok de Arturo Pérez Reverte, consiguieron rescatar esta ambiciosa producción de una estocada mortal.

Dune, la versión cinematográfica de la exitosa novela fantástica de Frank Herbert, fue mutilada en la sala de montaje hasta tal punto, que el resultado final instó a que su director, David Lynch, hiciera lo imposible por aparecer en los títulos de crédito bajo el curioso pseudónimo de Alan Smithee. La taquilla la maltrató, pero el tiempo, ironicamente, la ha convertido en un film de culto.




Las infantiles y/o low fantasy

La tensión aún se respira en La tierra media de El señor de los anillos. La mitad de sus fans siguen llamando hobbits mentales a la otra mitad, por no admitir que Peter Jackson no ha sabido captar el espíritu de la adorada trilogía de J.R.R Tolkien.

Otra saga que deja calvos de frustración a jóvenes y no tan jóvenes por su maltrato continuo, es el mundo mágico de la multimillonaria J.K.Rowling: Harry Potter. Sus fans sufren por partida doble: el sadismo insaciable de una autora que no deja de cargarse personajes significativos para el niño mago y unas versiones fílmicas tan planas que dan ganas de desaparecer vía polvos flu del cine antes de que cualquiera de sus personajes diga “quidditch”.

“La trinidad” de las adaptaciones literarias infantiles, la componen Alicia en el país de las maravillas, Peter Pan (ambas adaptadas con éxito por Disney) y El mago de Oz, el delicioso musical de Victor Fleming interpretado por una inolvidable Judy Garland. Que tire la primera piedra el/la cinefil@ que no las considere parte de su educación sentimental. ¿Quién no ha sufrido y llorado en algún momento con ellas?.

Las que nunca veremos en pantalla grande

Es bastante improbable que obras maestras de la literatura del siglo XX como Crimen y castigo, Ulises, Cien años de soledad, El guardián entre el centeno, En busca del tiempo perdido o La conjura de los necios, por citar unos ejemplos, se traduzcan alguna vez al lenguaje cinematográfico. Todas ellas son novelas complejas que se apartan de la estructura lineal a la que el séptimo arte parece ligado de forma inextricable.

Además, ¿quién sería el/la valiente de acometer semejante quijotesca misión?. Cuanto mayor es la expectativa popular, mayor la posibilidad de decepcionar al público. No obviemos, además, que como dice Jorge Esteban Blein, director, guionista y profesor de cinematografía “Un momento de la imaginación sugerido por una frase vale mas que mil imágenes”.

Por lo tanto, resulta prácticamente imposible encontrar una versión cinematográfica satisfactoria para todos, puesto que cada una de las personas que ha leído una novela posee una imaginería única. Cuando la versión fílmica se muestra por primera vez ante sus retinas, el espectador ya ha versionado e introyectado su propia “película”.

17 March 2009

¿Quién vigila a los fans de Watchmen?



El weekend pasado vi Watchmen llevada por el cuasi-chantaje emocional de un amigo megafan del Comic World. Según él, era una adaptación dignísima de la que es considerada la major novela gráfica de todos los tiempos, y, con la generosidad que le caracteriza, quería compartirla conmigo.
Como advenediza en el mundo viñetil, mis conocimientos se limitan a las ultraconocidas traslaciones cinematográficas, y, a excepción del Superman, Batman y V de vendetta (opinión por la que cualquier fan de Alan Moore me condenaría al infierno irremisiblemente) ningún experimento reciente me había dejado buen aftertaste.

Así que, desde mi "nirepajoleraideismo", mis expectativas eran:

- Ver una buena película de superhéroes con poderes
- Con una trama compleja
- Llena de personajes bien desarrollados, traumatizados (o carne de terapia) y, a ser posible, ambíguos
- Una lucha más o menos encarnizada entre el bien y el mal
- Una estética cuidadísima
- Una buena dosis de FX
- Demasiados hombres y demasiadas pocas mujeres (florero)
- Un puñadito de crítica social
- Una cucharada de romance
- Una pizca de filosofeo
- Unas gotitas de nihilismo

Y lo que me encontré fue:

- Una buena película sin superhéroes y, salvo alguna excepción, sin poderes
- Con una trama oscurísima y complejísima
- Llena de personajes decentemente desarrollados, retorcidos y de moralidad más que gris, que en su mayoría, no sólo son carne de terapia, sino directamente de institución mental
- Una exploración del lado oscuro la naturaleza humana
- Una estética muy cuidada y unos títulos de crédito cuquísimos
- FX, ma non troppo, una buena B.S.O y más gore del que me gustaría...
- Demasiados hombres y demasiadas pocas mujeres
- Mucha crítica social, acompañada de disertaciones políticas e incluso teológicas
- Una cucharada de romance... y de sexo...
- Filosofeo en su mayoría teñido de azul fluorescente
- (Más que) nihilismo aderezado con un mucho de misantropía


Tras el visionado, en mi faceta habitual de lectora compulsiva de críticas, para my surprise, abundaban everywhere:

- Referencias contínuas al generoso miembro viril azul fluorescente del doctor Manhattan
- Estallidos de cólera de los fans acérrimos que aseguraban que para entender el argumento previamente había que leer el cómic
- Más pataletas de los fans por el cambiazo de un giro argumental final
- Descripciones generosas y sin prejuicios sobre las imponentes posaderas del científico más nudista de la historia y de Patrick Wilson, alias Búho Nocturno II

De todo lo cual, yo deduzco:

- Sí, es azul, ¿qué pasa? Chicos, un poco de seriedad. Yo no quiero sacar la deformación profesional, pero tanto penecentrismo suele indicar: a) que no se ha superado la fase fálica y/o b) una homosexualidad latente. Yo me lo haría mirar...
- Me repatea que me digan que para entender una peli tengo que leerme antes un book/comic. Una película tiene que tener entidad propia y sostenerse por si misma independientemente del material original. “¿Qué el comic es mejor?” Pues vale. “¿Qué no se capta la complejidad?” ¿Es que acaso es posible?
De todas formas, yo la entendí sin necesidad de guías ni mapas y no tengo el coeficiente de Ozymandias...
- Como no siento apego al argumento original, el cambio final que no desvelaré no me parece tan deleznable ni tan imperdonable como lo pintan algunos.
- El ejemplo del penecentrismo aquí también se aplica. El cuerpo del doctor Manhattan no existe, leñe. ¡Que ni siquiera es humano!.
Y sí, a pesar del sobrepeso por exigencias del guión y de las entradas, Patrick "Búho" Wilson está muy bueno...


No me puedo creer que haya escrito algo parecido a una crítica :S
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