24 November 2011

Medianeras: Where's Wally?



“Hace más de 10 años me senté frente a la computadora y tengo la sensación de que desde entonces nunca más me levanté. Internet me acercó al mundo pero me alejó de la vida” asegura tajante el protagonista de Medianeras. Y es que, ¿son las nuevas tecnologías y la despiadada arquitectura de las grandes ciudades las culpables de que cada vez seamos más capaces de comunicarnos a larga distancia, pero nos sintamos más torpes y cohibidos a la hora de intimar cara a cara? ¿nos da cada vez más miedo el verdadero contacto? A todas estas preguntas (y alguna más) trata de responder Medianeras, del director argentino Gustavo Taretto.
Los protagonistas son un cruce entre Amelie+Nino Quimcampoix y casi cualquier pareja de un Woody Allen rejuvenecido y adicto a internet... pero con acento porteño. Él no sabe lo que busca, ella (una estupenda Pilar López de Ayala) busca a Wally en la ciudad inútilmente (“Si aún cuando sé a quién estoy buscando no lo puedo encontrar, ¿cómo voy a encontrar al que estoy buscando si ni siquiera sé cómo es?").




Sí, podría decirse que esta película es una historia de amor… o de como dos personas atrapadas en la neurosis sabotean y buscan el amor en la era digital, pero no sería exacto: Medianeras habla del no amor. Describe y retrata la soledad e incomunicación de comienzos del siglo XXI con la misma fina ironía con la que disecciona sus edificios. 
Pero no todo es redondo en esta ingeniosa cinta argentina. Inspirada en un exitoso corto con el mismo nombre, a ratos se resiente de una falta de ritmo y de un estiramiento excesivo de la trama. A su vez, también hay personajes secundarios no del todo aprovechados, pero a pesar de estos pequeños lastres, en conjunto, resulta más que recomendable.

Si tienes treintaytantos y perteneces a esa generación que ha pasado de la máquina de escribir que heredó de su herman@ al Mac, e internet ha ido ganando parcelas en tu vida hasta salpicar y contaminar tu “mundo real”, te encontrarás con todo un film generacional. A veces tierno, a veces descarnado, pero siempre tan cercano y reconocible que no podrás evitar señalarte en la gran pantalla durante buena parte de su metraje (especialmente si tu vida romántica ha sido una suma de desaciertos).

Don’t worry, si Medianeras es capaz de arrancarte sonrisas (y carcajadas), hay esperanza para tu neurosis. Si aún buscas a Wally, tal vez, y sólo tal vez, como en una de las canciones favoritas de los dos protagonistas, true love will find you in the end...
 
         


"Buenos Aires crece descontrolada e imperfecta, una ciudad en la que se yerguen miles y miles de edificios sin ningún criterio. Al lado de uno muy alto hay uno muy bajo, al lado de uno racionalista, uno irracional. Probablemente estas irregularidades estéticas y éticas nos reflejen perfectamente. Estos edificios que se suceden sin ninguna lógica demuestran una falta total de planificación. Exactamente igual es nuestra vida, la vamos haciendo sin tener la más mínima idea de cómo queremos que nos quede".       


02 November 2011

¿Cómo sería la escena de la araña de Annie Hall si Annie fuera animalista?


Interior. Apartamento de Annie. Noche.
Alvy: ¿Qué…? Soy yo, abre la puerta.
Annie. abre.
Annie: Oh.
Alvy: ¿Estás bien? ¿Qué te pasa?
Annie (suspira): Hay una araña en el baño.
Alvy: ¿Qué?
Annie: Hay una araña negra grandísima en el baño.
Alvy: ¿Y para eso me haces venir a las tres de la madrugada?¿porque hay una araña en el baño?
Annie: Dios mío, ya sabes que soy un poco aracnófoba…
Alvy (suspira): Ooooh.
Annie: … no puedo dormir con una cosa viva arrastrándose por el baño.
Alvy: ¡Mátala! ¡Por el amor de…  ¿por qué pones esa cara?
Annie (sacude la cabeza): ¡No! Por Dios, Alvy, ¿es que ya lo has olvidado? Yo no mato nada que tenga madre…
Alvy (suspira): OK, pero te he dicho mil veces que has de tener un atrapabichos a mano. Nunca se sabe quién puede aparecer arrastrándose.
Annie: Ya lo sé, ya lo sé, tengo un botiquín y un extintor.
Alvy: Es igual, dame un vaso o algo así. Estoy bastante cansado. ¿Sabes? Tú me tomas el pelo, pero tengo que estar siempre preparado para cualquier emergencia. Una inundación, un terremoto (ve un folleto) Oye, ¿qué es esto? ¿Eh? ¿Has ido a un concierto de rock?
Annie: Sí.
Alvy: Oh, vaya, ¿de verdad? ¿En serio? ¿Y te, te gustó? ¿Fue, fue… como te diría… ferolítico? ¿fue de veras super ferolítico? ¿O fue…?
Annie: ¡Fue grandioso y basta!
Alvy: Ah, ya, escalofriante… Cuando… Bueno, se me ha ocurrido una idea genial. ¿Por qué no llamas al individuo que te llevó al concierto de rock y le dices que venga y atrape a la araña? Sería una gran idea…

Annie: Te he llamado a ti. ¿Quieres ayudarme o no? ¿Eh? Toma.
Alvy: ¿Y esto qué es? ¿Qué…? ¿Desde cuando tienes una taza de «National Review»? ¿De qué lado estás ahora?
Annie: Bueno, venía con la revista y me gusta conocer todos los puntos de vista.
Alvy: Espléndido. ¿Y por qué no llamas a Jimmy Carter para que atrape a la araña?
Annie: Alvy, estás bastante agresivo, ¿lo sabías? Y no sólo eso, te veo flaco y cansado.
Alvy: Mira... son las tres de la mañana. Me sacas de la cama, me haces venir corriendo, no consigo encontrar taxi. Me dices que es urgente y yo subo corriendo las escaleras. Me… estaba mucho más atractivo a primera hora de la noche. Oye, ah, dime… ¿cómo… desde cuándo te has liado con un rockero de derechas? ¿Cómo es posible?
Annie: ¿Quieres una taza de chocolate?
Alvy: Oye, ¿me tomas por tu hijo o qué? ¿Qué pretendes…? Yo, yo vine para…
Annie: Tengo un chocolate buenísimo, Alvy.
Alvy: Vale, ¿dónde está la araña?
Annie: Está en el baño.
Alvy: ¿En el baño, dices?
Annie: Oye, no la aplastes. Cógela con cuidado y cuando ya esté dentro de la taza la tiramos por la ventana.
Alvy : Cariño, cariño, llevo atrapando arañas desde que fui boy scout , ¿vale?
Annie: Oh.

Alvy hace mucho ruido.
Annie: ¿Qué pasa?
Alvy: ¡Es una araña muy grande!
Annie: ¿Sí?
Alvy: Si, mucho. Demasiado. Y hay dos.  
Annie: ¿Dos?
Alvy: Sí. No pensaba que fuera tan grande, es una araña imponente. ¿tienes un táper…?
Annie: no.
Alvy: … ¿una olla a presión o algo por el estilo?
Annie: Me lo he dejado casi todo en tu casa, lo siento.
Alvy coge del armario una bandeja de vidrio para el horno con su tapadera.
Alvy: Bueno, voy a coger esto.
Annie: Pero, ¿qué vas a hacer con…?¿pero luego cómo voy a cocinar lasagna?
Alvy: Cariño, en el baño hay una araña del tamaño de un Buick ( Alvy va hacia el baño, seguido por Annie).
Annie: Está bien. Ooooh.
Alvy: Oye, ¿qué es esto? ¿Usas jabón de brea?
Annie : Es para el cutis.
Alvy: ¿Cómo… te has unido a una banda de jazz? ¡Uy!
Alvy se gira y empieza a perseguir a la araña con la bandeja por la bañera. Rompe una de sus esquinas. Estrépito de cristales rotos.
Annie : ¿Qué haces?
Alvy: No te asustes.
Alvy sigue arrastrando la bandeja con entusiasmo. Annie se sienta en la cama, con la espalda apoyada en la pared, tapándose la cara con las manos.
Alvy: ¡Ya está! ¡Las he atrapado a las do…! ¿Qué te pasa? ¿Por qué…
Annie (llora): ¿y ahora qué les va a pasar?
Alvy: pues que las tiramos por la ventana.
Annie: ¿pero quiénes crees que son?¿Amelia Eckhart? ¡no quiero hacerles daño, Alvy!
Alvy: Bueno, vale, bajaré a la calle y las liberaré delicadamente en un jardín.
Annie llora aún más
Alvy: … ¿estás triste? Tú… ¿Qué querías que hiciera? ¿Que las llevara a chipar y las adoptara?
Annie tira del brazo de Alvy y él se sienta a su lado.
Annie (llora): Oh, vale, baja a las arañas pero no te vayas, ¿quieres? ¡Por favor!


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