A
El
curioso caso de Benjamin Button le ha salido una suerte de hija cool y
trendy, pero a diferencia de su célebre papi, Adaline no invierte su proceso
vital y se vuelve cada vez más joven, sino que, por cosas del azar, se estanca
de por vida en una muy envidiable y lozana veintena.
La
idea apetecía y sus posibilidades, a priori, resultan tan jugosas, que la
película está prácticamente condenada a decepcionar a cualquier espectador que
busque algo más que una mediocre love story. Lamentablemente, tras sus casi 2
(innecesarias) horas de metraje, acaba decepcionando las expectativas de
básicamente cualquiera.
El
secreto de Adaline
es un aburrido film que pasa de puntillas por una historia potente, sin
profundizar ni en sus personajes, ni en su trama, ni en su love story y sin
conseguir tocar la tecla de la empatía y la emoción en ningún momento. Ni
siquiera Harrison Ford, que aparece, muy oportunamente, en el punto álgido del
film, consigue rescatar a Adaline de la excesiva pulcritud y “anestesia
emocional” de la que también adolececía su "papi Benjamin".
Blake
Lively, con su deslumbrante elegancia y belleza atemporales, tristemente, hace
mucho más alarde de fotogénia y de ojo trendy durante todas sus “edades” (¡que
mona va esta chica siempre!) que exhibiendo el catálogo de emociones que su
personaje requiere. A pesar de su melancolía y su eterna pose de resignación, no
consigue convencernos del tormento y desgarro emocional que, en principio, debería
padecer. Sin embargo, buena parte de la culpa recae en un guión insípido,
convencional y vacuo que, a lo sumo, contiene un par de chispazos de encanto.
El
secreto de Adaline
(¿qué problema había en mantener su mucho más apropiado original ‘The
age of Adaline’?) es un film prescindible y fallido que, por la
deslumbrante potencialidad de su historia, deja un regusto aún más amargo que
la media de películas decepcionantes que llegan a nuestra cartelera. Y es que,
cinematográficamente hablando, aún no se le ha hecho justicia a esta fascinante
y enigmática excepción de la naturaleza.
¿Habrá más retoños Button?
*
No me daba buena espina, y al parecer estaba en lo cierto. No me atraía el argumento, pero si encima me la pones así... Pasando.
ReplyDeleteEstá flojita la cartelera veraniega.
Amore, te he firmado sin querer desde el blog de Tribalma, la asociación de danza de mi amiga Serta, que lo llevo yo. Pero soy yo, el auténtico Capitán Asperger :P
ReplyDeleteSe te love :D
;)
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