Título: The Imposter/ El Impostor
Dirigida
por Bart Layton
Extraída
de Zabaltegi perlas
Sinopsis: En 1993, Nicholas Barclay, un
adolescente texano de 13 años, desaparece sin dejar rastro. Tres años más
tarde, la policía española comunica a su familia que un joven encontrado en
estado de shock en Linares (Jaén), asegura ser Nicholas. Cuando se produce el
reencuentro, en lugar del adolescente rubio de ojos azules que recordaban,
hallan a un joven de pelo y ojos castaños, unos años mayor de lo que, teóricamente,
debería ser Nicholas. Sin embargo, lo reconocen y lo
aceptan sin vacilar.
Crítica:
Mirar el reloj de forma compulsiva durante una proyección suele ser un síntoma
de impaciencia y/o aburrimiento. En mi caso, se convirtió en una forma de calcular
los potenciales minutos de incomodidad y horror que quedaban hasta acabar la
película.
Sería
un alivio pensar que The Imposter es un inteligente y
surrealista mockumentary y que todo parecido con la realidad es mera
coincidencia, pero inconscientemente sabes que estas ante el que, probablemente,
es uno de los mejores retratos sobre el autoengaño (y las carencias afectivas) vistos
en la gran pantalla. Todos son impostores, desde su inquietante protagonista
con rasgos psicopáticos hasta la desesperada familia, pasando por el hábil director,
capaz de manipularte con astucia, para llevarte, exactamente, adonde a él le de
la gana.
Navegando
entre perturbadoras imágenes de archivo, entrevistas a familiares y testimonios
de su protagonista, lo que finalmente duele de The Imposter no es la
terrible historia que se cuenta, ni la posible empatía que puedas sentir hacía
algunos de sus protagonistas, o las manipuladoras artes de su director, sino la
certeza de que, en determinadas y muy extremas circunstancias, todos estaríamos
dispuestos a llenar, desesperada y ciegamente, nuestro hambre de familia.
Anécdota
festivalera: lo más
impactante de la presentación de The Imposter, no fue el español
advanced y sin apenas acento británico de su joven director, sino el hecho de
que el presentador spoileara, con premeditación y alevosía, el final del
documental. Hubo quien el gritó, grosera pero merecidamente “¡Tio, menos mal que no nos estás
presentando el Sexto Sentido!”.
Lo
que dará: The
Imposter es demasiado incomoda, perturbadora y angustiosa para llegar a
ser un exitazo, incluso a base del boca-oreja, pero es uno de los films más
valientes del año y resulta imposible olvidar el viaje que recorriste con ella.
*
mmmmmmmmmm he aprendido una palabra nueva "mockumentary" :)
ReplyDeletela verdad es que tiene muy buena pinta; las películas incómodas y con cierto desasosiego siempre son interesantes porque esas sensaciones te hacen preguntar cosas, a veces cosas que nunca te has preguntado.
según he podido leer entre líneas me recuerda a películas españolas como "La familia" o "La vida de nadie", aunque no tenga nada que ver...pero eso es porque como no leo el argumento me invento links ;)
otra en la lista A ;)
bss
j
ps. totalmente de acuerdo con el gritón estemporáneo ;P
Creo que es una de las pelis (o documentales, as you wish) más interesantes e inquietantes del año. Permanecer indiferente a él es imposible y ya solo por eso merece la pena. Además, debería proyectarse en las aulas de psicología ;)
DeleteEs un poco (bueno, un mucho) masoca escribir actualizaciones sobre pelis que aún no se han estreando y que, por un motivo u otro, no va a leer nadie (como mucho, alguien que ha visto la peli y quiere comparar tu critica con la suya), pero te agradezco que leas por partes y comentes tu impresión en mi desangelado blog ;)
Imposter Kiss ***