03 March 2011

Cuando la censura no hace su trabajo




Cuando leí la versión completa de El Manantial, intuí que, probablemente, en la primera edición, allá por los años 40, habrían eliminado de un plumazo toda referencia de contenido sexual. Y es que, a pesar de nuestra (¿desinhibida?) mentalidad del siglo XXI, en esta filosófica novela de sólidos principios y espíritus inquebrantables, la historia de amor de sus protagonistas, también sorprende y desarma por su palpable e inalterable torridez.

La versión cinematográfica, rodada en 1949, también fue víctima de múltiples mutilaciones y tijeretazos, pero, sorprendentemente, la parte más descaradamente sexual del libro, la del primer encuentro de los amantes, ha permanecido intacta. No hay que ser freudiano para apreciar una de las escenas más erótico-festivas sin sexo de la historia del cine. Y, si no me creen, vean y juzguen ustedes mism@s.





Dominique Françon era una joven virginal física y psicológicamente (oséase, que la chica era la reencarnación en la tierra de las independientes Artemisa y Atenea: una mujer incólume a la necesidad de ser poseída por algo o alguien), pero una mañana, paseando por la cantera de papá, se topa con un apuesto sudoroso taladrando firmemente una pared de roca (¿a alguien se le ocurre un símbolo más fálico?) y su mundo de deidad griega se derrumba. Lógico y normal si tenemos en cuenta que la magnética y testosterónea estampa pertenece, nada más y nada menos, que a Gary Cooper que estás en los cielos manejando con destreza un black and decker primigenio (¿alguien podría resistirse a esa mirada insolente y penetrante, por el amor de God?).
Ella lo observa en plan “me pones”, y él, mientras esboza una irresistible sonrisa socarrona, le devuelve con la mirada un “lo sé”; entonces la joven le vuelve a mirar, como diciendo, "¿realmente sabes que yo sé que me pones?", y la respuesta en los ojos de él, es: si, darling, yo sé que tú sabes que yo sé que te pongo. Y, a partir de ahí, la pobre Dominique, la mujer que aseguraba que nunca amaría o pertenecería a nadie, sólo tiene cabeza para black and deckers, mármoles y rascacielos altísimos.

Y es que el personaje de Cooper estaba inspirado en el celebérrimo arquitecto Frank Lloyd Wright. Como he dicho anteriormente, para esto no necesitamos a Freud...



Nota: en realidad, el de este film ha sido uno de los castings más desacertados de la historia. En el transcurso de la trama, el prota debía pasar de ser un joven pelirrojo de veintipocos para acabar con unos 38 increíblemente bien llevados y Mr Cooper tenía 48 tacos cuando rodó la película.
Patricia Neal, por otra parte, sobreactúa peligrosamente y no es el bellezón etéreo y sofisticado que nos describen en la novela.

Nota dos: No consigo entender cómo la censura que “cribó” este trabajo de King Vidor dejo colarse esta porno-escena y mutiló, casi por completo, una de las declaraciones de amor más hot que se han escrito:

- Si lo desea... – Su voz tenía el sonido de la eficiencia como si estuviera obedeciendo una orden con precisión metálica.- Quiero acostarme con usted. Ahora, esta noche, y en todo momento en que a usted le importe llamarme. Quiero su cuerpo desnudo, su piel, su boca, sus manos. Lo deseo así, no con un deseo histérico, sino fría y conscientemente, sin dignidad y sin remordimientos. Lo deseo, no tengo ningún respeto propio que me haga regatear conmigo misma y dividirme. Lo deseo, lo deseo como un animal, un gato en una cerca, o una puta.

Nota 3: si con todo esto no os convenzo para ver, pero, sobre todo, para leer El Manantial, sólo me queda confiar en la primavera ;)

8 comments:

  1. No leí el libro.Gracias por la recomendación, pero acabo de empezar Rojo y Negro y creo que va para largo, jeje.
    La peli me pareció una forma de propaganda capitalista nada sutil. De hecho King Vidor la hizo con esa intención. En cuanto a la historia de amor, ese intercambio de miradas que tan certeramente describes es pura química, pura clase, puro cine.

    Un beso.

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  2. Y en cuanto a la censura, creo que el argumento político de la película permitía permisividad con las secuencias sexuales. Sin embargo, no llega tan lejos como para permitir a una actriz decir que desea a Gary Cooper como si fuera una puta. Al fin y al cabo, capitalistas y todo, eran yankilandia y eran los años 40.

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  3. ¿Propaganda capitalista? Creo que no parlamos de la misma historia, señor Héroe ;)

    La peli, una vez más, no hace justicia a la novela, pero lo bueno que tiene es que muestra personajes reales de crne y hueso. Ni Howard Roark Ni Dominique parecen humanos, son eneatipos, conceptos...

    Another kiss ***

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  4. Que si que si, de hecho es una de las pelis de culto de los neoliberales...

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  5. No creo que esa fuera la intención de su autora en absoluto (de hecho, renegó del film).

    Leí por ahí una crítica que comparto: considero confundida la visión de una película como El Manantial como un canto al neoliberalismo. Yo la veo como una celebración del libre pensamiento, no como herramienta de potenciación individualista, sino como medio de exaltación humana, como vía de escape del aborregamiento masivo de nuestras sociedades.

    Supongo que la veo más como la versión de la novela, con todo lo que eso conlleva, que una película con entidad propia.

    Si la mayoría de la gente comparte su oponión, creo que la pobre Ayn Rand estará retorciéndose en su tumba ;)

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  6. ¿Por qué La caza de Saura, un alegato antifranquista por la memoria histórica, sólo fue censurada en su nombre inicial, que era La caza del conejo, por su supuesta sexualidad? ¿Por qué la Sindescargas censura Saw 6 en España habiendo pelis mil veces peores en cuanto a violencia se refiere?

    La estupidez abunda :D

    Me gusta mucho esta peli, pero no leí el libro. No sabía lo que había censurado y no sabía en qué acabó el casting inicialmente preparado.

    Yo también veo, por cierto, la peli como una expresión del libre pensamiento. De hecho, el libre pensamiento y el neoliberalismo están a veces separados por una línea muy fina... Polémica, polémica.

    Igualmente, I need the book.

    Se te quiere :)

    ¡Dios, te debo una llamada de hace tela de time! :D

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  7. confieso, confieso. he empezado a leer y me he parado. no me gusta saber nada de nada los libros o películas que voy a leer. no me molan nada los trailers ni las contraportadas de los libros.

    me lo guardo como future homeworks...que se me están acumulando...aunque llegue tarde. algún día llegaré.

    pacience!

    bss

    j

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