Dirigida por
Alberto
Rodríguez
¿De qué va?
Dos
policías, aparentemente opuestos tanto en caracteres como en métodos, llegan a
un remoto pueblo de las marismas a principios de los 80 para investigar la
desaparición de dos chicas adolescentes. Una comunidad anclada en el pasado más
rancio y casposo y un astuto asesino feroz no les pondrán la tarea demasiado
fácil.
Crítica
La
isla mínima venía
precedida por un hype tan brutal que no poc@s la consideraban, ya desde antes
de su estreno, la máxima favorita a la concha de oro. Tras su proyección pasó a
ser una obra maestra para algun@s, la mejor película española del año para
otr@s tant@s y un notable thriller para la mayoría, entre la que me incluyo.
Comparada,
hasta la saciedad, con True Detective (en versión cañí y
low cost), con la que guarda no pocos paralelismos, tanto argumentales, como en
el tratamiento y el tono poético-metafísico, ha sabido retratar con acierto, no
sólo la brumosa época de la transición, sino las no menos brumosas y turbias marismas
del Gualdalquivir y sus rudas (y
machistas) gentes.
Sólida
e impecáblemente filmada, tal vez lo mejor de La isla mínima, lo que
deja más y mejor poso en el recuerdo, además de su atmósfera malsana y asfixiante, y su fantástica fotografía
(atención a las preciosérrimas imágenes del comienzo), sean sus dos
protagonistas, Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez, inmensos ambos en unos roles
aparentemente antagónicos (en registros muy diferentes a los que nos tienen
acostumbrados), mientras van evolucionando y se van enfangando, en todos los
sentidos, en un caso bastante más siniestro de lo que inicialmente imaginaban
(intuyo que el premio del jurado a la mejor fotografía y la concha de plata al mejor actor para Gutiérrez no serán los únicos galardones que recoja el film durante los próximos meses).
La
pega, eso que convierte La isla mínima en un film notable y
no sobresaliente, es la débil trama detectivesca, de la que quedan demasiados interrogantes e hilos sueltos. Spoiler: nunca llegamos a conocer realmente (ni a odiar),
a los malos ni sus motivaciones, lo cual resulta básico para implicarse
emocionalmente en la trama. Además, algunos personajes secundarios acaban
resultando demasiado desdibujados. ¿Qué la parte detectivesca es sólo un Mc
Guffin para hablar de otra cosa? Tal vez, pero una resolución del caso más compleja
y satisfactoria habría redondeado y sumado bastantes más puntos a este intenso
y turbio viaje en Dyane 6 por los primeros y años de las transición, en los que
zamparse un “estofado de Bambi” ni siquiera denotaba síntomas de psicopatía.
A
pesar de todo, buen y recomendable film.
La
anécdota festivalera
Raúl Arévalo ha aparecido en tantas películas en esta 62
edición, que siempre había algún/a gracios@ que preguntaba “¿Tú cuántas
películas del ciclo Raúl Arévalo has visto?”.
*
Estoy bastante de acuerdo con esto, una película notable que hubiera ganado con una trama detectivesca más elaborada.
ReplyDeleteA ver el resto de lo mejor de S.O.
Hello!
DeleteVaya, no esperaba ningún comment y voy y me encuentro con 4. Debe ser my lucky day ;)
Creo que este año, por lo que hemos comentado, coincidimos en bastantes pelis. Me han quedado pendientes tres (Phoenix, Aire Libre y Haemu) y creo que a mi me gustó más Une nouvelle amie que a ti y que tú viste con mejores ojos Casanova Variations que yo, pero, por lo demás, creo que opinamos más o menos parecido. En fin, ya lo iremos viendo ;)
Kisses con sabor a pipa de la paz ***
Anoche precisamente la vi y me gustó mucho, pero que mucho mucho. Coincido en lo de la trama detectivesca poco elaborada, pero a pesar de todo, creo que tiene unas interpretaciones muy interesantes.
ReplyDeleteLa mía (ATENCIÓN, SPOILER):
El policía franquista torturó a muchas personas (mas de 100) durante la dictadura. Logra calar al rico del pueblo que estaba metido en el tinglado (en la escena de la colonia cara, cuando se huele la mano) y lo deja ir... Porque es como él: ha estado torturando y se va a escapar impunemente.
La película hace un paralemismo relacionado con la memoria histórica de los crímenes del franquismo que se quedaron sin resolver.
Es como yo lo veo y, en ese sentido, me parece un filme brillante, a pesar de los fallos que comentas.
PD. Creo que la acción se desarrolla en algún lugar de Huelva, una zona de marismas y en la que siempre se ha dado contrabando con Portugal (el contrabando del que hablan).
Kisssssssssssssssssss :)
PD II. Sí, la Andalucía profunda es LO PUTO PEOR XD Machismo, catetismo, brutalidad y aburrimiento. Es hoy, así que en 1980 tenía que ser la leche :(
ReplyDeleteCoinkidink, nene! :)
DeleteMe alegra que te haya gustado. Como ya he comentado por ahí, durante el zinemaldi las expectations eran enormes y creo que lo mejor que le puede pasar a una buena película es verla con "mirada blanca", cosa prácticamente imposible en estos times.
Con lo del paralelismo que mencionas estoy totalmente de acuerdo. El personaje de Gutiérrez es brutal y deja un inevitable poso de rabia y frustración (y un escalofrío).
No creo que la Andalucía profunda de entonces fuera tan distinta a la Castilla profunda o al Euskadi profundo en cuanto a machismo, catetismo, brutalidad y aburrimiento. De todas formas, el film lo clava dolorosamente.
Kisses isleños ***
Voy a intentar verla este fin de semana, a ver que tal! :) Thanks por la recommendation. Espero que hayas disfrutado del Zinemaldia!
ReplyDeleteZine-kisses***
Aloha! :)
DeleteWelcome back a mi cine-coloquio!
Aunque con diferentes niveles de entusiasmo, hay bastante unanimidad sobre esta película. Aún no he conocido a nadie a quien no le haya gustado (aunque habrá más de un@, of course). En fin, si decides viajar este weekend a la Andalucía profunda de los 80, ya me contarás qué tal te ha ido el viaje ;)
Kisses exploradores ***