Aunque
posiblemente el más bien regulero 2015 sea recordado, sobre todo, como el año
de los reencuentros, secuelas y reboots de míticas e importantes sagas de
aventuras y ciencia ficción (Mad Max: Fury Road, Jurassic World,
Terminator Genisys, Los juegos del hambre: Sinsajo parte 2, Insurgente, Fast
& Furious 7, Los Vengadores: La Era de Ultrón, Misión: Imposible - Nación
Secreta, Spectre, y sobre todo, la esperadísima Star Wars: El despertar de la
fuerza), también cabe destacar (y así es como yo quiero recordarlo) un
nada desechable puñado de títulos que, cual martillo de Thor, han contribuido a
golpear, resquebrajar o directamente destrozar (intocables) muros, prejuicios y
convencionalismos.
Mientras
que Nightcrawler
nos muestra una dura y terrorífica radiografía del periodismo sensacionalista
en la televisión yankee, Force Mayeur hace lo propio con los
roles familiares y la masculinidad hegemónica. Por otra parte, El
Club supone un esperadísimo y potente izquierdazo contra la hipocresía
moral de la iglesia católica; Langosta es una incómoda y dolorosa
alegoría sobre las relaciones de pareja, tal y como las conocemos; White
God nos regala una maravillosa y conmovedora fábula sobre la represión,
el poder y la rebelión de los underdogs, y films como Mad Max: Fury Road, The diary of
a teenage Girl, Sicario, Crimson Peak y Star Wars: The Force awakens,
nos presentan personajes femeninos insólitamente fuertes, “guerreros”,
proactivos y/o desinhibidos (o directamente tridimensionales), reclamando el
merecidísimo lugar que la industria hiper machista y los “introyectos
cinéfilos” les habían robado desde siempre.
Y
ya sin más dilación, para este 2015 guardo en mi baúl, en orden de estreno en
Spain:
1- Birdman (o La Inesperada Virtud de la
Ignorancia), Alejandro González Iñárritu
(Estados Unidos)
Intenso,
inspirado y fascinante “Crepúsculo de los dioses” del siglo XXI, nos muestra
tanto la amarga caída en picado de una estrella como los desquiciados
entresijos entre bambalinas del mundo del teatro. Con un duelo actoral
magistral (inolvidables Keaton-Norton), cuenta, además, con un equilibradísimo
y agridulce guión a la altura de ambos, plagado de frases para el recuerdo. No
inventa nada nuevo, pero se siente vibrante, inmensa y magnética.
2- Nightcrawler,
Dan Gilroy (Estados Unidos)
Te
gustaría mirar hacia otro lado, fingir que se trata de una parodia y que hay
cosas que sólo pueden ocurrir en la ficción, pero en tu fuero interno sabes que
todo parecido con la realidad NO es pura coincidencia. Descarnada,
inquietantísima, asfixiante y más que desagradable, con un escalofriante y muy psicópata
Jake Gyllenhaal a la cabeza, el periodismo sensacionalista (¿más allá del
Atlántico?) es esto.
3-
Ex_machina,
Alex Garland (Reino Unido)
Puede
que esta turbadora mezcla de ciencia ficción, thriller psicológico y drama, a
priori, parezca no ofrecer nada nuevo, pero a medida que avanza su trama, se
van hilvanando algunas ideas y reflexiones de forma inteligente y fresca, de
tal forma que logra que nos enfrentemos al conocido conflicto hombre vs máquina
con una luz nueva. Está lejos de ser una feel-good movie (más bien todo lo
contrario), pero su inteligente, satírica y reflexiva guerra de sexos bien vale
un ticket hacia el país de las pesadillas.
4- A most violent year/ El año más
violento, J.C. Chandor (Estados Unidos)
Una
atmósfera tensa, viciada y opresiva, fotografiada en tonos beige, envuelve esta
crónica de la degradación moral que se ve con ese desasosiego y malrollismo de
las tragedias, en las que el bad ending resulta inevitable. Protagonizada por
la pareja Isaac-Chastain en estado de gracia, en ningún momento nos muestra esa
violencia explícita y descarnada que suele abundar en films del mismo género.
Lo suyo es una violencia soterrada, sutil, implosionada.
5- Force
Majeur (Tourist)/ Fuerza mayor, Ruben Östlund (Suecia)
¿Puede
un sólo gesto de egoísmo y cobardía abrir una grieta lo suficientemente potente
como para cuestionar una identidad y un rol (anquilosado) dentro de una
relación? ¿La pareja, como la conocemos, está en peligro de extinción? Fuerza
Mayor, además de responder a estas preguntas, desentierra “hanekemente”
todo aquello que se esconde, convenientemente, bajo la nieve, de cara a todas
las galerías.
6-
Song
of the sea/ La canción del mar, Tomm
Moore (Irlanda)
La
delicadeza hecha película. Visualmente deslumbrante y profundamente tierna y conmovedora,
esta preciosa leyenda irlandesa, no sólo enamora a público de todas las edades
(y sensibilidades), sino que, aún mucho tiempo después de su visionado, te
sigue reclamando a través de sus nada engañosos cantos de sirena. En mi modesta
opinión, la película de animación del año.
7- Phoenix,
Christian Petzold (Alemania)
Un
argumento tan aparentemente poco creíble (una mujer que se reconstruye
quirúrgicamente el rostro tras ser torturada durante la segunda guerra mundial,
“aprende” a hacerse pasar por ella misma, al estilo Vértigo, guiada por su interesado
marido, que la cree una doble de su difunta esposa), se vuelve fascinante
gracias a una cuidada e intensa atmósfera y el magnífico trabajo interpretativo
de sus protagonistas (especialmente de una genial Nina Hoss). Por si esto no
fuera suficiente, Phoenix tiene un final tan redondo y deslumbrante que
intensifica y revaloriza toda la película.
8- White
God, Kornél
Mundruczó (Hungría)
En
la inspiradísima lucha entre el bien y el mal que nos plantea este moderno
cuento de hadas, no posicionarse o replantearse cuál es tu escalón de
responsabilidad y privilegio es imposible. ¿Nos aporta algo valioso, como
sociedad, el abuso de todos los considerados “inferiores”? ¿Nos condenamos como
individuos con cada acto de no empatía hacia aquellos que pertenecen a una
diferente etnia, raza, cultura, orientación sexual o especie? ¿Todo el
sufrimiento innecesario que causamos vuelve a nosotros? El film comienza y
acaba en un matadero. No puede ser casualidad. Posiblemente, mi film favorito
del pasado 2015.
9- Eden,
Mia Hansen-Løve (Francia)
Eden es un film generacional pero no hace
falta haber experimentado la vorágine noventera para empatizar con sus
protagonistas o sumergirse de lleno en sus hipnóticos planos secuencia. Eden,
básicamente, es un film sobre el peterpanismo, o más concretamente, sobre la
creencia juvenil de que siempre habrá tiempo y espacio para convertirnos en las
personas que estamos destinados a ser. Es por eso que en su segundo acto,
cuando sus protagonistas ya no están en la primera juventud y lo hipotético
debe convertirse en algo seguro, directo y tangible, el film nos da una
bofetada en el rostro. Y es en esta última parte cuando Hansen-Løve nos
demuestra que la aparentemente ligera, desenfrenada y algo excesiva primera parte
tenía mucho (demasiado) sentido.
10- El Club, Pablo
Larraín (Chile)
¿De
qué tamaño debe ser una alfombra para contener algunas de las peores y más
vergonzosas e imperdonables miserias humanas? ¿Quién tiene más responsabilidad:
el hombre malo o el bueno hipócrita que aun siendo consciente de las maldades
del otro elige no hace nada? Esta es la historia que la iglesia católica
llevaba años pidiendo a gritos, pero que nadie se había atrevido a contar. El
film de Larraín es, probablemente, el más desagradable, áspero, opresivo y
dolorosamente incómodo que pasó por nuestras pantallas el año pasado, pero, al
mismo tiempo, durante su visionado, un@ no puede evitar preguntarse por qué
demonios ha tardado tanto.
11- Lilting,
Hong Khaou (Reino Unido)
Una
historia pequeña y sutil, de esas que susurran mucho y nunca subrayan, que
aparentemente parecen hablar de algo personalísimo y concreto, pero que en el
fondo esconden rutas universales por las que todas y todos hemos transitado (o
transitaremos) alguna vez. Profundamente conmovedora, Lilting nos muestra a dos
personajes heridos y magníficamente retratados en un duelo en el que ambos sólo
pueden ganar o perder. Su delicado mosaico emocional acaba siendo una muy
potente lección de humanidad.
12- The
diary of a teenage girl, Marielle
Heller (Estados Unidos)
Nos
han contado esta historia muchas veces, pero el protagonista casi nunca era una
mujer. Por eso, libre de cualquier tipo de corsé moral, su voz resulta tan
fresca y (tristemente, aún hoy,) valiente y transgresora. Sin embargo, esta
estupenda opera prima no sólo resulta notable por su más que necesaria lección
de feminismo, sino por la honestidad, personalidad y hondura con la que está
narrada. Acompañar a la muy precoz Minnie Goetze mientras se enamora (muy
comprensiblemente) del novio de su madre, para perderse y reencontrarse por los
muy libres años setenta, resulta fascinante y, a ratos, liberador.
13- The Lobster/ Langosta,
Yorgos Lanthimos (Grecia)
Es
imposible olvidar el muy raruno y descaradamente misántropo film de Lanthimos.
Tanto si tienes una relación estable (convencional o no), como si estás solter@
(voluntariamente o no), The Lobster te colocará en la sala
de espejos de La dama de Shangai y sabrás que, al menos, una de balas que van
dirigidas hacia ti te alcanzará de pleno. Los absurdos convencionalismos que encorsetan
la necesidad del otro, el amor y las relaciones de pareja, como no los has
visto (y sufrido) hasta ahora. Detectora y asesina de introyectos (como todos
los cuentos), se asentará en tu inconsciente mucho antes de llegar a la
consciencia.
14- 45 years/ 45 años, Andrew
Haigh (Reino Unido)
¿Es
posible vivir toda una vida olvidando e ignorando la fragilidad y transitoriedad
de las cosas? Sólo se le puede poner una pega a este interesantísimo film
británico: que su caja de Pandora, posiblemente, tarde más de una semana en
abrirse del todo. Sin embargo, su sintética narración resulta fluida y creíble
porque nos la narran con honestidad y sencillez, y sin abusar, en ningún
momento, de desgarrados subrayados y dramatismos (lo que nos cuenta Charlotte
Rampling a través de sus miradas, sin siquiera pronunciar una palabra, no es de
este mundo). 45 years llegó casi a final del año, como un regalo de navidad
con su envoltorio aparentemente inmaculado. Quien nos iba a decir que, al
abrirla, acabaría resultando la película más dura, pesimista y descarnada del
año.
15- Star Wars. Episode VII: The force awakens/
Star Wars: El despertar de la fuerza, J.J. Abrams (Estados Unidos)
Llevábamos
tanto tiempo esperándola… Hay demasiados mundos y galaxias por explorar y J.J.
Abrams y su equipo han demostrado que son capaces de hacer cosas aparentemente
fáciles en teoría pero dificilísimas en su práctica (y que Lucas dio por
sentadas): prácticamente desde su presentación, simpatizas y/o te encariñas con
los personajes, te sumerges alegremente en su trama obviando que no todos sus
homenajes/copias de guión o deus ex machina son afortunados, te emocionas, ríes,
lloras, sufres, agradeces todos y cada uno de los reencuentros y celebras, casi
con aplausos, que el jedi con más potencial que nos han presentado hasta la
fecha sea (¡por fin!) una mujer (Spoiler: esa escena en la que Rey le
“arrebata” el sable laser a Kylo Ren debería estar ya en algún top de los
mejores momentos cinéfilo-feministas de la historia). Como prometedora carta de
presentación, nos sugiere que lo mejor está por llegar, y tal vez sea especialmente
por este motivo por lo que resulta difícil no entusiasmarse con ella. En mi
caso, no sé a quién le ha gustado más: si a mi friki adolescente o a mi yo feminista.
And…
What we do in the
shadows/ Lo que hacemos en las sombras, Taika Cohen, Jemaine
Clement (Nueva Zelanda)
Agradecidísima
marcianada sobre los sinsabores del hastío del vampiro moderno. Este
mockumentary chupasangril es tan simpático, gamberro, raruno y divertido que se
merece un puesto en cualquier lista de the best of 2015. Que podamos recordarla
con cariño y una sonrisa meses después de su visionado Y7o estemos deseando
volver a verla, reafirma por qué ya la han proclamado la comedia de culto de la
temporada. A quien corresponda: mil gracias por el hilarante gag de los
retratos. Jim Jarmusch, what did you think?
Echando de
menos…
A
la hora de realizar esta lista me he encontrado con un frustrante problema:
casi la mitad de mis títulos escogidos, vistos en la última edición del
Zinemaldia, no se han estrenado aún en España, así que he tenido que sustituirlos
por otros que, aunque notables, no han llegado a llenarme y entusiasmarme de la
misma forma.
Y
es que el 2016 nos traerá (crucemos los dedos) maravillas como Son
of Saul (este durérrimo must-see de László Nemes se estrena YA: el 15
de enero); Nuestra hermana pequeña o la última maravilla de Hirokazu
Kore-eda; esa esperada genialidad
dirigida por Duke Johnson y Charlie Kaufman llamada Anomalisa; Mountains
may depart, del realizador chino Jia Zhang Ke; la inquietantísima y
asfixiante Evolution de Lucile Hadzihalilovicy; y la adaptación al cine,
made by Ben Wheatley, de la muy controvertida High-Rise.
¿Cuáles son las vuestras? ;)
P.S. Por cierto, me he trasladado. Seguiré actualizando en ambos, pero mi casa oficial es If you need me, whistle! :)
*
Buen top! Me agendo varias para ver y te comparto el mío:
ReplyDeletehttp://www.viajarleyendo451.blogspot.com.ar/2016/01/lista-top-15-lo-mas-destacado-del-cine.html
¡Saludos! Te sigo siguiendo.
Grazie por el feedback, Luciano! ;)
DeleteCon la blogosfera cada vez más rácana en comentarios, se agradece saber que no estás "hablando sol@". Espero que te gusten las que tienes pendientes. Ya me contarás.
Ahora mismo paso a hacerte una visitilla ;)
Another greeting ***