10 nominaciones:
Mejor
película, mejor director (David O. Russell), mejor actor (Christian Bale),
mejor actriz (Amy Adams), mejor actor de reparto (Bradley Cooper), mejor actriz
de reparto (Jennifer Lawrence), mejor guión original, mejor montaje, mejor
dirección artística y mejor vestuario.
Lo
peor que le podía pasar a lo último de David O. Russell es el alegre y
descontrolado alud de nominaciones y
premios que le están lloviendo por todas partes. Y si a las expectativas
estratosféricas que se siembran en el espectador, sumamos su impresionante
elenco de actores, las posibilidades de que finalmente nos resulte una adornada
y brillante castaña se elevan irremediablemente al cubo.
Sin
embargo, ya desde la primera escena de American Hustle se nos advierte
sobre lo que nos vamos a ver a continuación: un desmejoradísimo y alopécico
Christian Bale construyendo y repeinándose una elaborada y patética cortinilla,
nos viene a decir que en esta gran estafa americana (¡viva el spanish title!)
no se salva de (auto)engaños y falsas apariencias ni el tato.
Lo
más recomendable es verla olvidando sus premios, sus múltiples nominaciones y
su brutal campaña de promoción: oséase, con nulas expectativas (si es que eso
es posible en esta era hiperinformada).
Puntos a favor
*
Entretiene y no se hace pesada,
larga o aburrida en ningún momento.
*Obviamente,
Russel ha demostrado que es un magnífico director de actores, ya que no solo
logra extraer muy buenas interpretaciones (y nominaciones) de cada uno de ellos, sino que parece saber crear una
especie de fluida armonía entre el elenco con el que trabaja. En American
Hustle, ver a sus cinco interpretes principales disputándose el
spotlight y haciéndonos dudar sobre quien lo hace mejor, resulta de lo más
estimulante.
*Una
deslumbrantemente sexy Amy Adams (capaz de llevar con dignidad y sin caer en la
vulgaridad o chabacanería vertiginosos escotes imposibles) magnífica actriz que
va ganando adeptos con cada nuevo papelón (y ya van unos cuantos).
*Su
resultona e inspirada banda sonora (atención al momento Delilah y Live and let die).
*Su
cuidadísima dirección y artística y su hortera (y apropiado) vestuario
setentero.
*De
alguna manera, hay algo sexy & cool en este film super kitsch que nos atrapa
como un guilty pleasure musical.
Contras
*Las
últimas y multinominadas películas de David O. Russell tienen un punto en común:
una historia con un enorme potencial marcada por un comienzo prometedor que,
sin embargo, se va desinflando poco a poco y sin remedio hasta quedarse
(prácticamente) sin gas. Para frustración del espectador, sus películas siguen prometiendo
mucho más de lo que finalmente dan.
*Pronto
se descubre que lo que realmente le interesa mostrar al mimado director (bien de
forma intencionada o porque el guión no sabe estar a la altura) es el triángulo
amoroso entre 3 de sus protagonistas y sus conflictos personales, por lo tanto,
la trama que creíamos principal (esa gran estafa que debía deslumbrarnos con
una doble pirueta mortal con tirabuzón en su tramo final), nunca es tal, sólo
era un MacGuffin.
*Puede
resultar, únicamente, un bonito, cuidado y sobrevalorado envoltorio sin nada
consistente o memorable en su interior.
*Las
(odiosas) comparaciones con otros films del mismo género (y sus carismáticos
personajes).
*La
frustrante sensación de que le han llovido injustamente las nominaciones “por
arrastre” (y
no sólo en las categorías actoriles), ninguneando a films que las
merecían mucho más.
*¿Es
que Christian Bale siempre tiene que convertirse en el rey de la báscula cuando
lo dirige Russell? De los 20 kilos que perdió para The Fighter, pasó a ganar
30 para esta supuesta gran estafa yankee. Confesémoslo, lo que todos nos estábamos preguntando, mucho
antes de ver la película, es, ¿merece Mr Russell que uno de los mejores cuerpos
de Hollywood se deforme again y ponga en riego su salud de esa manera? Que cada
uno encuentre su respuesta…
¿Qué aportará?
Si
se lleva una buena tajada en los oscars, supondrá la (injusta) coronación
definitiva para David O. Russell. Si, por el contrario, su actuación es más
discreta, American Hustle acabará siendo una película ni tan brillante
como nos la vendían, ni tan malota como la califican sus haters, sino,
simplemente, un resultón entretenimiento muy bien interpretado.
¿Opciones oscariles?
Bastantes,
aunque 12 años de esclavitud pinte como la máxima favorita, no
conviene descartar que Russell & Co. acaben, una vez más, dando la
campanada. De entrada, parece que las categorías técnicas son sus bazas seguras
(dirección artística y vestuario). Los actores, por otra parte, lo tendrán más
difícil. Posiblemente, Adams será incapaz de batir a la arrolladora Blanchett y
Bale casi queda descartado del pulso entre DiCaprio y McConaughey. Lawrence
tiene más opciones que Cooper (se ha llevado el globo de oro y el bafta, entre
otros), aunque ganar una estatuilla dos años seguidos por personajes con graves
problemas emocionales podría resultar too much para los académicos (e incluso
podría pesarle, a largo plazo).
Tampoco
se presenta como la favorita para ganar en la categoría de mejor director. Sin
embargo, si finalmente se llevase la dorada estatuilla por el mejor guión
(sobre todo, estando la imprescindible Her presente), sería una de las
mayores injusticias de todos los tiempos.
Las frases
Irving (en off sobre Sydney): "As...as far as I could see people were
always conning each other to get what they wanted. We even con ourselves. We
talk ourselves into things, you know, we sell ourselves things. When we don't
even need or want, you know, we're dressing 'em up. We leave out the risk, we
leave out the ugly truth".
(“Según veo, la gente
siempre se estafa para conseguir lo que quiere. Incluso a nosotros mismos. Nos
convencemos de hacer cosas. Si no queremos hacerlas… las disfrazamos de algo
bueno. Dejamos fuera el riesgo, la verdad incómoda. Presta atención a eso.
Porque todos nos engañamos de una manera u otra. Sólo para salir del paso”.
“She was the Picasso of passive-aggressive karate”.
“I felt like we had a secret, just the two of us. Like that thing where
you just wanna be with one person all the time. You feel like the two of you
get something no one else gets. I could just
tell her everything about myself. And I'd never had anybody like that in my
life before. It felt like finally I could truly be myself, without being ashamed,
without being embarrassed”.
El especial oscaril
sigue en…
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*
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