Comparar y enfrentar dos
revisiones de un cuento clásico tan aparentemente antagónicas, en principio,
puede parecer injusto. La Blancanieves de Singh es alegre, colorista, paródica
y bollywoodiana, mientras que la segunda y más reciente, resulta un cruce entre
el tenebrismo gótico timburtoniano + El señor de los anillos + Crepúsculo +
Matrix + Juego de tronos + Gladiator + La princesa Mononoke. Sin
embargo, ambas versiones poseen los suficientes elementos en común como para
mantener un pulso justo en sus respectivas “categorías”.
La Heroína dulce, fuerte y feminista
De la Blancanieves original ambas protagonistas han heredado su carácter dulce y generoso y su buen corazón, mientras que de los dosmiles y su agitadísimo y nada original coctel de influencias, se ha tomado el testigo de ilustres libertadores/vengadores, como Robin Hood, Juana de Arco o Máximo Décimo Meridio (¡ahí es ná!).
Las dos Blancanieves
aprueban (bueno, una mucho más que otra) en su faceta como pajarillo dentro del
cascarón o Perséfone. El problema, es que mientras Lily Collins resulta más o
menos convincente al madurar y convertirse en ladrona-justiciera, no hay manera
de creerse a Kristen “de Arco” Stewart, bajo una armadura, liderando a todo un
pueblo ninguneado y oprimido contra la pérfida reina, tras un discurso
cursiloide a lo William Wallace. Con otra actriz más creíble, tal vez esta
segunda Blancanieves seguiría sin ser notable, pero hubiera ganado muchos
enteros.
El Enamorado (y algo garrulo) héroe-antihéroe
Ningún maromo sale demasiado bien parado en estas modernas revisiones por muy bonachón que sea y muy apuesto y fornido que se nos presente. El cazador (Chris Hemsworth) es una mezcla entre el simpático y machomanil Thor que le ha hecho popular y un sucedáneo borrachuzo de Han Solo, pero tristemente, está paupérrimamente desarrollado y nos deja con ganas de más. Para colmo de males, el dios del trueno se disputa el cuore de Blancanieves, en plan Crepúsculo, con un tipo aún más soso y mustio que ella… ¡con lo que él ha sido!
Por otra parte, Armie Hammer
se lleva la peor parte del pastel de gamberradas de Mirror, Mirror. Que
resulte cómico ridiculizar al pomposo y arrogante principie y permitir que
Blancanieves se saque sola las castañas del fuego, se agradece, pero humillar
al personaje hasta convertirlo en un patán, le quita de un plumazo el erotismo
animal hasta al hombre más sexy del mundo. Y, como todos sabemos, ninguna
Blancanieves que valga se enamoraría de un garrulo…
La hermosa, pérfida y envidiosa Madrastra
En ambas versiones resulta obvio e indiscutible: la estrella que más brilla es la mala malosa malérrima. Sin embargo, vista en conjunto, por muy perversa y deslumbrante que resulte Charlize Theron en su papel de madrastra, el hecho de encabezar el cartel junto a su insulsa compañera, resulta todo un fallo de casting. Si querían a Theron para el papel, o bien tendrían que haber esperado unos añitos, cuando la actriz ya no se encontrase en la plenitud de su belleza, o bien tendrían que haber encontrado a una Snow White mucho más guapa que ella (y si algo nos demuestra Blancanieves y la leyenda del cazador, es que eso resulta poco probable).
En Mirror, Mirror la igualmente robaescenas Julia Roberts se muestra más gamberra, sarcástica y autoparódica que nunca. Como atractiva cuarenteña (que no cuarentona), tiene el físico perfecto para el papel de madrastra, mientras que, al mismo tiempo, es capaz de reírse saludablemente de los miedos e inseguridades que conlleva la pérdida de la belleza juvenil. Aunque el personaje de Theron mole más, en la desprejuiciada revisión Blancanievil de Singh, “la parte” de Roberts encaja perfectamente con el resto del “todo”.
Los
granujas pero muy entrañables Enanos
No hay discusión posible.
Este pulso lo gana Mirror, Mirror y con bastante diferencia. Los enanos tienen más
protagonismo y su entrada resulta mucho más espectacular (inolvidable su “vestimenta de trabajo”). Además,
tienen carisma, cada uno posee su momento de gloria y están mejor
desarrollados, mientras que en la película de
Sanders, no sólo aparecen cuando ya los habíamos olvidado, sino que
están desaprovechados y no resultan todo lo naturales que nos gustaría.
Y es que la comunidad de
actores de talla pequeña debe estar echando chispas (y con razón) por la cutre
y patética maniobra de enanizar digitalmente a actores de altura standard. ¿Es
que no había suficientes actores enanos con talento en el mundo? (¿acaso Willow
y Juego de tronos no nos han enseñado nada?) Sin despreciar la
labor actoral de sus actores, ¿alguien puede creerse una Blancanieves en la que
hasta los enanos son falsos?
El
bosque oscuro/encantado 2.0
En
esta categoría, salen mucho mejor parados Theron & Co. Mientras que el
bosque bastante más nevado que oscuro de Mirror, Mirror resulta algo
esquemático y parece sacado de un cuadro de Gustav Klimt, el bosque muyyyy
oscuro de Snow White and the huntsman, a pesar de beber de todas las
influencias que se han comentado anteriormente, tanto en sus confines
tenebrosos como en los encantado-poético-idílico-ecologistas, resulta visual y
estéticamente impecable. Y es que si algo no se le puede reprochar al film de
Rupert Sanders es su poderío y fascinación visual.
La
soseras love story
Lo único destacable del
romance entre Collins y Hammer es el refrescante cambio de roles dentro del
género: ella le rescata a él y ella se rescata, básicamente, a si misma. Por lo
demás, resulta de lo más predecible y tontorrón y, lógicamente, no pasará a la
historia. Sin embargo, posee la complejidad y sutilidad de una obra de
Shakespeare comparado con el de Hemsworth y Stewart (que para más inri tienen
una química nula). En una cinta en la que lo más importante parece ser la
acción continua y sin respiro, no hay hueco para que las emociones se cuezan a
fuego lento (¿y acaso no fue eso lo que aprendimos de la bella y la bestia?).
Es como si: escena 1) pongo el cazo en el fuego. Escena 2) ya están listas las
lentejas. ¿Qué pasa con el proceso? ¿Es que no podían haber compartido, al
menos, una triste charla trascendente por el bosque, un baile agarrao o una
discusión acalorada tipo tensión-sexual-no-resuelta?
En lo referente al objeto
más mágico y mítico del cuento, ambas versiones han echado mano del ingenio, lo
cual se agradece. Será que sabían que parte del éxito de renovar un clásico
dependía de sorprender con un concepto demasiado enraizado en el inconsciente
colectivo. Mientras que el de Roberts es un reflejo mejorado de si misma (sin
arrugas, flaccidez y demás) y está tan escondido que sólo se accede a él
llegando a una cabaña perdida en medio de un lago zen (si, es difícil de
describir si no se ha visto la película), el de Theron parece una pieza de
orfebrería gigante hecha por los elfos de Rivendel que, al “despertar”, muta en
un inquietante hombre encapuchado sin rostro cual cyborb salido de Terminator
2.
Sin spoilear demasiado, de
la cinta de Tarsem Singh sólo se puede añadir que la fruta del pecado aparece
metida con calzador y cuando menos se la espera. Aunque la escena está bien
resuelta, no está todo lo mordida que cabría esperar.
En su versión gótica hay que
admitir que la han aprovechado la rojísima manzana para realizar una de las
mejores escenas de la película, acertando de pleno con el personaje que “la
regala”. Y hasta ahí puedo escribir…
El
pueblo oprimido
Esos dos pueblos tiranizados,
uno más de cuento (Mirror, Mirror) y otro sacado de un capítulo de Juego
de tronos (por momentos parece que, en lugar de “Ravenna”, alguien va a
pronunciar “Cersei Lannister”) pretenden imprimirle la dosis justa de
conciencia social al relato. Y es que los tiempos cambian y Blancanieves no es
sólo guapa y con un corazón que no le cabe en el pecho: también es solidaria.
Por eso no le vale con salvar su propio pellejo, sino que pretende salvar el de
todos.
Aunque ninguna adaptación
explota demasiado esta faceta, en la peli de Stewart, Hemsworth & Co han
añadido un espeluznante y vampírico miedo palaciego extra que hace más
interesante la trama.
Los incautos animalillos del bosque
Es de todos conocido que la
chica con la piel mas blanca que la nieve, los labios más rojos que el rubí y
el pelo más negro que el ébano tiene un corazón y un espíritu tan puros que es
capaz de lograr que los animalillos del bosque la cuiden, la protejan, la
abriguen cuando hace frio o, incluso, se autoinmolen por salvar su paliducho
pellejo. Y sí, Lilly Collins tiene amigos alados que la visitan por las mañanas
(en la duda queda si también la ayudan a vestirse) y todas las criaturas (humanas
o no) con las que se cruza parecen adorarla, pero es que en la versión
cazadoril algunos inocentes animalillos hacen imperdonables sacrificios que van
de lo triste a lo ridículo por aquello de que la chica es “la elegida”. Nunca
llegamos a entender qué tiene ella que no tenga otr@, pero es que la sombra de
Matrix es más larga que la del propio castillo…
El
real y muy radical tratamiento de belleza
Radicales sí, y reales
también, pero muy distintos. Mientras que la cura de juventud de Roberts cae en
el mal gusto y la escatología, buscando sonrisas donde solo hay vergüenza ajena
y muecas de asquito, Theron se saca de la manga un baño cleopatril en lo que
parece la leche de algún animal que no queremos ni imaginar, pero que dota de
un inesperado erotismo de anuncio de perfumes a la cinta. Será que la rubísima
fue chica Martini y algo queda…
El
beso rompe-hechizos
Pierde bastante garra que la
pobre Lilly Collins le eche azúcar al asunto y se fabrique un gloss a base de
fresas silvestres para hacer más llevadera la tarea de besar al tipo más
mendrugo y patético del mundo, pero es que el príncipe está demasiado encantado
por ciertas malas artes y parece que no queda más remedio que dejar el
romanticismo de lado.
Por otra parte, Stewart,
acostumbrada a los tríos, recibe más de un beso, porque para algo ella es “la
elegida”. El primero la deja igual de fría (y no nos extraña). El segundo, sin
embargo, no sólo le devuelve la vida, sino que le regala unas cuantas, tal Cat
Woman. Y es que como alguien dijo por ahí, recibir un beso de Thor debe ser
como chutarse una dosis extra de red bull en vena…
(Sí, esta foto no corresponde a ninguno de los besos oficiales, pero no quería spoilearlo)
¿Resultado final? Mirror,
Mirror gana el duelo con un trabajo digno aunque no brillante. Y es que
hay demasiadas cosas que chirrían en Blancanieves y la leyenda del cazador por
mucho que prefiramos una adaptación gótica y oscura. Una pena…
*
*
Justo te dejé ayer un comentario en Chataignes! Me alegra tu regreso :)
ReplyDeleteMe gustaría comentar más en profundidad las diferencias y similitudes de las dos Blancanieves, pero por ahora sólo he visto la del cazador-Thor. A partir de tráileres y demás promoción yo me esperaba algo más de ella, la verdad.
Cosas que sí:
-Charlize Theron como la bruja mala. Está bastante impresionante y es sin duda lo mejor de la película, aunque el vestuario y efectos especiales varios también ayudan. Lo malo, como tu dices, es que su contrincante no está a la altura.
-La introducción del cazador, aunque prometa más de lo que luego da, y el acento del hombretón en cuestión (recuerdo haber pensado "este tiene que ser australiano, porque no entiendo nada de lo que dice")
-Los escenarios y ambientación.
-Algún momento cómico de los enanos (no sabía lo de la enanización post-producción, me parece tan innecesario como poner a un blanco de rey Baltasar en la cabalgata de reyes)
-La canción de Florence en los títulos de crédito.
Cosas que no:
-Kristen Stewart. Lo siento muchacha, pero tienes la capacidad interpretativa de un palo. Y NO, ni de broma eres la más hermosa del reino, mucho menos con Charlize como madrastra.
-El príncipe soso a más no poder, que se podían haber ahorrado.
-El discursito de marras.
-En general, la relación interés de la historia/duración de la película. Le falta garra y al final se hace un poco pesada.
No sé en qué categoría poner el homenaje/plagio a la Princesa Mononoke...
A ver si veo la de Julia, que le tengo ganas.
Un abrazo!
¡Gracias por echarme de menos, Bis! Acabo de leer tu otro post. Estas últimas han sido unas semanas durillas y me estoy esforzando por que las que vienen lo sean un poco menos.
DeleteEspero que, al menos, la primavera te haya sentado bien y todo vaya bien por esos lares :)
Me hace especial ilusión que me dejeis post en esta actualización taaan larga, thanks! :)
La peli me entretuvo, pero cuando llegue a casa y empece a rumiarla, comenzó a hacer aguas por todas partes, asi que se sumaron nuevas cosas a las que ya me rechinaron desde el principio. La mires por donde la mires, no tiene alma. Si, simplemente, hubieran escogido a otra actriz y se hubieran currado la historia de amor... another rooster would sing...
Charlize impresiona, si, pero algo que no he comentado (no existe en la otra peli) es ese hermano más que inquietante con el que parece mantener una relación que va más allá de la amistad. A mi ha sido lo que más yuyu me ha dado de toda la peli (eso y ver a Ravenna comer pájarillosd crudos, ains).
Ya me darás tu opinión cuando la veas. Mirror, Mirror no me entusiasma pero, dentro de sus pretensiones y las expectativas que genera desde el principio, me parece más lograda y menos pretenciosa.
One kiss con sabor a rica manzana ácida biológica (sin pesticidas, ni porqueridas de ningún tipo) ***
Gana también para mi "Mirror, Mirror", aunque tampoco me ha desagradado la otra versión. "Mirror, Mirror" es un homenaje paródico y cachondo, y es tal vez menos pretencioso en su fuero interno que "La leyenda del cazador", aunque sea "de autor". En "Mirror, Mirror" todo es más completo, por decirlo de alguna manera: todo es más redondito y compacto.
ReplyDeleteLa Stewart, para empezar (no he visto aún "Crepúsculo" y he de revisar "La habitación del pánico") creo que tiene la capacidad actoral de una patata frita. Todo el rato la misma cara medio de asco medio de bobaliconería, y no expresa nada de nada, por lo menos para mi.
Por otra parte, aún siendo esencialmente divertida, "La leyenda del cazador" cae en muchos tópicos... Y cae sin quererlo a veces (joder, el discurso de Blancanieves da vergüencita ajena). Los enanos también pierden, tú lo has dicho.
Eso sí, estoy contigo en el bosque: el bosque de la segunda versión es, pienso, magistral. Esa parte de la película, con esas formas oscuras e indefinidas, pone los pelos de punta y acojona de verdad. Pero ya está.
"La leyenda del cazador" es un buen divertimento, pero creo que "Mirror, mirror" es mucho más personal.
Kissssss blancanievil.
Hi, nene! :)
DeleteEstamos de acuerdo. Al menos en Mirror, Mirror se nota que hay una mirada con personalidad detrás de la cámara. En fin, me da rabia porque el nuevo enfoque adulto-oscuro, en principio, no estaba mal, pero cuando el guión está más enfocado a buscar rostros conocidos y a vender palomitas para adolescentes que en contar una historia, pasa lo que pasa :(
Cuando vi quiénes eran los enanos, casi me pongo a gritar indignada en medio de la sala. Mi no entender el why de esa elección...
En cuanto a Bella..., digo, Blancanieves Stewart, tengo ganas de ver dos de sus pelis en la que la crítica no la ha machacado (bueno, que yo sepa). Una es Hacia rutas salvajes y la otra The Runaways, biopic de la famosa banda. Habrá que darle alguna oportunidad más a la muxaxa antes de clavarle una estaca ;)
Kisses pro-autoriles ***