¡Luces, cámara... canción! * 9

1 * Olvidar el impacto que causó, en su momento, este mítico film de los 90 es difícil, pero olvidar su contundente escena inicial es imposible.

2 * Fue esta película la que relanzó a un simpático y guapo actor que, en mi opinión, tiene esa sonrisa medio inocente medio pícara de un niño que acaba de hacer una travesura, pero que, al mismo tiempo sabe con certeza que es tan salao que no va a ser castigado.
Quien lo haya conocido a través de sus trabajos posteriores, posiblemente, tenga problemas para reconocerlo en esta ocasión (o de entender su acento).

3 * Los niños que hacen cola para utilizar el baño de un famoso anuncio, nunca usarían uno de los que aparecen en esta película...


¡Luces, cámara... canción! * 9

*

Cisne Negro o el método Leroy-Cassel para "soltarse"

[Las partes en rosa contienen spoilers del film, así que si aún no lo has visto, ¡cuidadín!]

¡Con que buen material partía Cisne Negro! Una historia hipnótica, inquietante y claustrofóbica, buen ritmo, un marco tan bello y lírico como el ballet, un director con mucha personalidad y talento visual y una actriz en estado de gracia, cuya transformación, física y mental, justifica por si sola el precio de la entrada!. Su primera hora deja sin aliento (y sin uñas) hasta al más escéptico. Y es que hay películas que van dirigidas con habilidad al estómago y a la emoción y este, ladies & gentlemen, es uno de los mejores K.Os que nos ha traído la gran pantalla en mucho tiempo. Sin embargo, en esta ocasión, mi cabeza, la tercera en discordia, comenzó a irritarse con subrayados excesivos (¿cuántas veces explican esa dualidad tan obvia de cisne blanco/cisne negro?), reiteraciones morbosas y efectistas (¿era necesario el macabro plano de (auto)mutilaciones una y otra vez?) y la falta de imaginación en el tratamiento de algunos temas (¿sobeteos en la entrepierna y una escena lésbica imaginaria: eso es todo lo que daba de si la exploración de la sexualidad de Nina?).

¿Y es que cuál es el supuesto trasfondo de este “Cisne Sith”?. Freud y sus teorías sobre la frigidez femenina, of course. Un material explotadísimo en el cine, normalmente por hombres (Polanski, Hitchcock, Haneke... la lista suma y sigue) y que, todo hay que decirlo, ha sido contado más sutilmente y mejor a pesar de resultar machista y simplista a estas alturas del siglo XXI.
Mientras la veía, yo me imaginaba, desde mi butaca de cinéfila/psicóloga, lo que supondría recomendarle a un paciente muy encorsetado emocional y vitalmente, el método Leroy-Cassel para “soltarse”: No se preocupe, toda una vida de represión emocional se solucionará en pocas semanas. Unas sesiones de masturbación, otra de fantasías y exploraciones superficiales en su homosexualidad, una noche de drogas, y... ¡voilà, ya habrá liberado su lado oscuro! Ahora podrá experimentar libremente y sin censura, no sólo su sexualidad reprimida (que parece ser la principal fuente de su patología), sino también el miedo, la ira, el dolor, la envidia, el odio, el sadismo... ¡y lo que le de la gana! ¡Todo en un mismo pack!.





Pero volviendo al film de Aronofsky, tras un mucho de idas y venidas surrealistas, perversiones y locura gratuita y distorsionada, en su último tramo tuve la sensación de que me había apuntado a un viaje organizado con un destino claro, y que, tras un rodeo excesivo por carreteras secundarias, me habían llevado a un lugar que ya conocía, con la excusa de que la ruta alternatica era mejor. No importaba que nos hubiésemos saltado algunos puntos básicos de la viaje/trama (el personaje desaprovechadísimo de Winona Ryder, la decadente prima donna, o el estereotipadísimo de esa mater terribilis a la que nunca llegamos a conocer), porque lo importante, desde el principio, era el auto-saboteo y suicidio final y para llevarnos hasta él, se abusa de trampas y artificios y de maniqueísmos descarados, noqueando con golpes de efecto para disimular una profundidad que no existe. A veces, si la ruta alternativa es bonita, no importa llegar más tarde o pagar un poquito más. En mi caso, lo único en lo que podía pensar era: ¡que me devuelvan la película que me prometían!.

Pero a pesar de todo lo anterior, recomiendo ver Cisne Negro. Creo que, independientemente de la opinión que se tenga sobre el resultado final, su visionado resulta una experiencia, y, definitivamente, es una de esas películas que todo cinéfilo “tiene que ver”. Además, cuenta con algunos atractivos, algunos adicionales, como el hecho de saber que el bailarín principal del film, cuyo momento de mayor protagonismo es admitir públicamente que jamás se acostaría con Portman, es, en el real world, el hombre que ha dejado embarazada a la actriz.

Sin embargo, para finalizar (y aumentar mi club de amigos), lanzo una pregunta: ¿aguantará Black Swan un segundo y tercer visionado con el mismo impacto y fascinación en la pantalla pequeña?. Time will say...

¡Luces, cámara... canción! * 8

Me atrevería a decir que el 95% de las personas que está leyendo esta actualización, ha visto este film, y que el 75% se lo ha tragado, al menos, dos o más veces.

En sus doce años de vida, ha tenido una presencia constante en TV y, en ese tiempo, su simpático y excéntrico secundario ha pasado de ser un tirillas a ponerse un poco fondón.

La mejor escena del film, la única sobresaliente, corresponde a la de la canción de esta semana. Admito que este famoso tema tiene una gran carga emocional para mi. Por razones de economía y pudor, no voy a extenderme en ellas. Lo único que sí diré, es que se la dedico al chico al que más veces se la he cantado, en el día de su cumpleaños.

¡Luces, cámara... canción! * 8

... and this house just ain't no home...

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Decía un tal Alexis Carrel que el tiempo físico nos es extraño, mientras que el interior, es nosotros mismos. Supongo que esa cita define muy bien esta estupenda escena de Notting Hill. Hugh Grant recorre cabizbajo y con expresión ausente los puestos de este variopinto y colorido barrio de London. Lleva siempre la misma ropa y parece mirar sin ver, casi ajeno al hecho de que, a su alrededor, las estaciones se suceden, la gente tiene un propósito o una dirección y la luz cambia.





Ain’t no sunshine, compuesta por Bill Withers y popularizada por Michael Jackson, es una de las canciones más versionadas del mundo (Lighthouse Family, Nancy Sinatra, Paul Carrack, Neil Diamond, Joan Osborne… la lista es interminable), sin embargo, mi favorita sigue siendo la de Mr Withers.

¡Felicidades, Ro por tu segundo punto! Has empatado con j y Rick, mientras que A. y Sybil Vane tienen, por ahora, un puntito cada uno ;)


P.S. El actor tirillas transformado en fondón es Rhys Ifans. Véanlo sino en Harrry Potter y las reliquias de la muerte y me darán la razón ;)

¡Luces, cámara... canción! * 7

Y de la science fiction + drama + romance de Mr Nobody, pasamos a una película que no tiene nada que ver... ¿o sí?.


· Pista namber güan: es una de las películas más interesantes de la primera década de los dosmiles.

· Pista namber chu: el tema de la semana hace doblete, oséase, que la song aparece dos veces a lo largo de la película (doblemente memorable).

· Pista namber zri: un romántico color que apoda a uno de los Mr de Reservoir Dogs tiene mucha importancia...

¡Luces, cámara... canción! * 7



In bocca al lupo! como dicen en Italia ;)

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No sé si la película resultaba demasiado difícil o si, simplemente, el concurso no interesa demasiado. Lo primero tiene remedio, porque siempre se puedan dar pistas extra, pero lo segundo no. Sin feedback no tiene demasiado sentido.

Enhorabuena, Rick.

Y ya que el vídeo no se deja insertar There's an end, Broken Flowers

¡Luces, cámara... canción! * 6

Y llegó la primera canción de febrero, posiblemente, el mes más interesante del año cinematográficamente hablando.

Aunque creo que resulta muy fácil (siempre que se haya visto la película, claro está), esta song aparece en varias soundtracks, por lo tanto, he aquí unas cuantas pistillas:

1- 2009

2- Su banda sonora comparte un tema clásico de los años 50 con Regreso al futuro

3- Todo comienza con una mariposa...



¡Luces, cámara... canción! * 6



En vista del escaso éxito de las soluciones del día después, esta actualización se autoeditará en 24 con la película de la semana.

Bonne chance! ;)

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Mr Nobody (o Las vidas posibles de Mr Nobody, como fue bautizada en Spain con la inspiración que caracteriza a nuestros "pone-títulos"), es una película que no suele dejar indiferente a casi ningún espectador: normalmente, o se la adora o se la detesta. Lo único en lo que todo el mundo parece estar de acuerdo, es que visualmente es impecable. Y es que resulta excesiva en muchos aspectos: su ambición, su duración, su complejidad, la multiplicidad de temas que toca...

Sus detractores afirman que es un experimento megalómano, un refrito de influencias cinéfilas demasiado pedante, pretencioso, confuso y frío. Un bonito envoltorio que contiene basicamente aire.
Sus fans, sin embargo, afirman que es un film destinado a ser de culto, una original mezcla de géneros, tan fascinante, brillante e inteligente, como profundo y conmovedor.

Tanto si te apasiona la ciencia ficción como si no, tanto si la adoras o la aborreces, Mr Nobody es una de esas películas que merece la pena ver, porque está hecha con mimo, con la esmerada intención de hacer algo único y diferente (13 años se afaonó su director, Jaco Van Dormael, en que alguien diera luz verde a su proyecto), como sólo se pueden hacer las historias que no se eligen, sino que se imponen desde algún oscuro y recóndito lugar interior.





En lo que respecta a este concurso, algunas veces las circunstancias escogen a las películas en lugar del orden original que tenía pensado para ellas. Y es que cuando recordé que un amigo cumplía los años exactamente el mismo día que el protagonista del film, la elección ya estaba hecha. CAUsalidades de la vida, ha sido él el winner de esta semana. Happy Birthday, Mr Nobody! :D


P.S. Este famosérrimo tema de Buddy Holly me recuerda también a una escena de una serie muy freak. ¿Adivinan cuál? ;)

P.S.2. “Mientras no elijas, todo sigue siendo posible".

¡Luces, cámara... canción! * 5 (solución)

Llegaron los noventa y los cazadores de tendencias quisieron ponerle una etiqueta a la generación nacida a últimos de los sesenta y principios de los setenta, pero no se les ocurrió ninguno lo suficientemente catchy, así que, echando mano de las socorridas matemáticas, lo dejaron en “Generación X” y que cada uno lo despejase como pudiese. Pues vale.

Este "X Pack" tuvo una musa clara: Winona Ryder. Resultaba lógico, entonces, que en la película que, teóricamente, iba a retratar mejor que ninguna esta generación de veinteañeros descreídos, ella fuera la protagonista total y absoluta.

Como chico inteligente-sensible-bohemio eligieron a uno de los guapos de moda: Ethan Hawke y, curiosamente, echaron mano de un director novel, Ben Stiller, en su etapa semi-desconocida pre-Farelliana, que también interpretaba al tercer vértice del triangulo, el aspirante (práctico y con los pies en la tierra, en esta ocasión) al corazón de la Ryder.

Puede que ninguno de los 3 supiera entonces donde se estaba metiendo, pero las lenguas bífidas aseguran que Hawke no aguantaba los aires de diva-comprometida de la Ryder y que sentía impulsos incontrolables de estrangularla cada vez que la chica comenzaba una frase con “los actores tenemos la obligación de... “.

Los adolescentes que vimos Reality Bites (o, La realidad muerde, como a mi me gustaba llamarla) con la fascinación (y reverencia) con la que se mira-imita a los hermanos mayores, en general, nos sentimos un poco decepcionados con el resultado final, pero las dudas de aquellos chicos tan cool, su desorientación, su estética y su banda sonora, para bien o para mal, dejaron una huella en nuestras maleables mentes...





¡Enhorabuena por tus quick fingers, Ro! Me encanta que cada semana acierte una persona distinta :)


P.S. No tiene nada que ver con la actualización, pero si no lo digo, reviento: ¡Hoy es el día de la marmotaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!