23 May 2013

Baúl cinéfilo # 5: el anillo de El gran Gatsby




Ese anillo, ese magnético sello en el meñique que sirve para identificar (y subrayar) a Jay Gatsby, le sienta mucho mejor a Leonardo DiCaprio que al, a priori, mucho más parecido físicamente Robert Redford y, posiblemente (a falta de haber visto la versión del 49), que a Alan Ladd. Lo irritante y decepcionante de Luhrmann, es que Gatsby se lo quita demasiado pronto y demasiado bruscamente, en lugar de ir desnudando al personaje (y todo lo que le rodea) con la sutileza y elegancia que requería y merecía. Por lo tanto, la fascinación in crescendo que tan seductor gentleman tenía que haber generado en el espectador, desaparece de un plumazo prácticamente desde su primera escena.
 
 
 

Sobre el resto del chillón y videoclipero “vestuario” del film, hay que admitir cierta ambivalencia. Conociendo de antemano el particularísimo estilo de su director, por una parte, este nuevo Gatsby resulta a ratos fascinante y mucho menos aburrido y acartonado que su (infumable) versión anterior (hay escenas clavadas a las que, en mi caso, había filmado mentalmente mientras leía la novela), pero, por otro lado, duele y decepciona comprobar que el color rosa, del que se viste Gatsby en una escena clave del film, es el que el acapara todo el foco, obviando y difuminando los temas principales de la historia.
 

 
Y es que [Spoiler]El Gran Gatsby no es una trágica historia de amor, aunque su capa exterior así lo parezca. Daisy es para Gatsby la representación total y absoluta del mundo frívolo, hedonista, vacío, egoísta y opulento con el que soñaba desde niño. Conquistarla a ella (que encarna, oportunamente, todas esas cualidades al cubo), supone la confirmación (y culminación) social y emocional de su anhelado american dream [fin del spoiler].
 

 
Ni tan fantástico como la describen sus devotos, ni tan pésimo como lo califican sus detractores, este último gran Gatsby deja al espectador con una sensación de agridulce insatisfacción que no proviene, únicamente, del desenlace de su trama. La que es, posiblemente, la novela más elegante y dolorosamente melancólica del siglo pasado (amen de rabiosamente actual), aún no ha encontrado un anillo a su altura. ¿Será posible forjarlo algún día?
 
 
 
 
 
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06 May 2013

Actores que cantan asquerosamente bien





Algunos comenzaron su carrera puliéndose en los escenarios musicales, otros se lo tenían muy calladito (o bien se reservaban para la ducha) y, un número considerable, ni siquiera era consciente de su potencialidad vocal, pero todos ellos han demostrado tener un talento musical considerable.
En esta ocasión, y para variar el injusto “encajonamiento” de la clasificación femenina (sorry, girls!), voy a presentar a los actors-singers basándome en el impacto que sus cualidades vocales me suscitaron cuando las descubrí (bien por la agradable sorpresa de que supieran cantar o bien por su desarmante talento).


Antonio Banderas

Sabíamos que el malagueño internacional más saleroso sabía cantar (su suegra, Tippi Hedren, ya nos había advertido que no sabía cuál de las facetas artísticas de su son in law le gustaba más) y tras aquella Morena de mi corazón que se marcó en Desperado, ya no albergamos ninguna duda. Sin embargo, fue en Evita donde Anchonio tuvo la oportunidad de lucirse y demostrar que el musical también era lo suyo.



 Jim Sturgess

Jimmy no debería estar en esta clasificación porque la película en la que se le descubrió fue el musical Across the universe y su talento vocal, por lo tanto, se daba por sentado incluso antes de ver el film, pero Jim Sturgess es uno de mis brit boys favoritos (bueno, es uno de mis boys favoritos), está estupendo en este film (irresistible acento de Liverpool included) y este I’ve just seen a face es una de las mejores versiones de la cinta, así que, sintiéndolo por sus compañeros, tenía que incluirlo sí o sí.



 
Joe Anderson

A pesar de haberle descubierto en alguna película de época Victoriana, Mr Anderson ahora parece ligado en mi recuerdo al género musical. No sólo demostró que sabía cantar en Across the universe junto a Sturgess, sino que tuvo que aprender a tocar el bajo para interpretar al bajista de Joy Division en Control. Y, a juzgar por los resultados, no hace nada mal ninguna de las dos cosas. Me gusta mucho también su happiness is a warm gun, pero, en esta ocasión, he elegido…



Jack Black

Más o menos la misma cara que se le queda a John Cusack y Iben Hjejle, es la que se me quedó a mi al ver a Jack Black cantando este Let’s get it on en la mítica High Fidelity. Posteriormente, este carismático actor ha tenido la oportunidad de cantar en alguna que otra película (The School of Rock comes to mind), pero sigo prefiriéndole como ese talento musical que “sale del armario” con treintaytantos.



 
Joaquin Phoenix

Valiente y versátil actor capaz de meterse en la piel de un variado puñado de personajes (sin importar lo desquiciados, ruines y desagradables que puedan resultar de cara al público), vegano y activista de los derechos de los animales (es en narrador de Earthings, película que debería ser obligatoria), además de seguir maravillándonos con más y mejores personajes, ¿qué le quedaba por demostrar? Que sabía cantar como Johnny Cash en su biopic que y sus físicos dispares (hay casi 20 cm de diferencia entre ambos), se olvidaban y se reducían a nada.


 
Eddie Redmayne

Si rectificar es de sabios, admito que este chico me pareció un, como diría Keanu Reeves, “souso de coujounes” cuando le vi en A week with Marilyn. Tanto fue así, que casi no me podía creer que en su siguiente película, Les Miserables, aquel mismo souso lograse ponerme los hairs de punta y ganarse de un plumazo mi admiración con su interpretación de Empty chairs at empty tables. ¡Y es que, incluso, me mosqueé con el hecho de no lo nominaran como mejor actor de reparto en la pasada edición de los oscars!.



James Mardsen

Mardsen parece cortado por un patrón que lo convierte en el físico ideal para interpretar a guaperas insípidos de buen corazón que casi siempre pierden a la chica (véanse sus trabajos con Bryan Singer) o capullos psicópatas con desarmante pretty face (Gossip), pero tiene una de las voces más bonitas que se pueden escuchar en la big and small screen. Aunque tiene ya un par de musicales a sus espaldas Hairspray y Enchanted, yo me enamoré de su voz en la horrendus serie Ally McBeal. Si les parece que exagero, escuchen su Always on my mind y juzguen ustedes pisp@s ;)


  
Patrick Wilson

Ni el pelucón horrendo y antiestético que le plantaron y le volvieron, prácticamente, irreconocible (oh, my God, Patrick Wilson feo!), ni la ñoñería algo indigesta de las songs del musical El fantasma de la ópera (sorry, fans!), pudieron deslucir su estupenda voz. El Búho Nocturno II de Watchmen, curtido en musicales varios antes de convertirse en un rostro conocido, es un talentazo musical innegable. Su madre es cantante y profesora de canto, así que, en su caso, los genes y la suerte juegan un poquito a su favor. ¿Por qué no cantará más a menudo?



Hugh Jackman

Sobre un escenario es difícil encontrar a un actor más completo que nuestro Lobezno favorito. Es todo un showman (¡vuelve a presentar los oscars, Hugh, please!), es carismático, simpático, tiene talento, resulta super atractivo, baila y… canta, of course. Lo que much@s no sabíamos, es que lo hacía tan bien. El Jean Valjean del musical Les Miserables es un personaje que parece creado para su único y exclusivo lucimiento. Aunque eclipsado por la enorme Hathaway, junto al resto del reparto, el bueno de Hugh se ha entregado en cuerpo y alma y nos ha regalado el mejor personaje de su carrera hasta la fecha.



Ewan McGregor

Aunque ya había hecho sus pinitos cantarines en Velvet Goldmine, nadie podía imaginar que el escocés más versátil y resalao del mundo nos podría deslumbrar tanto con sus cualidades vocales en la deliciosa Moulin Rouge, demostrándonos, que su singing voice era tan o más bonita que la que ya conocíamos. Y es que no se le puede pedir más a McGregor en esta película. Talentoso, charming (esa desarmante sonrisa infantil tan suya), tierno, romántico y guapísimo. Resulta prácticamente imposible no enamorarse de él tras verlo interpretar Your song. Está para comérselo.



Paul Giamatti

Guardo en un viejo VHS una copia de Duets que grabe, por pura curiosity, a long time ago y creo que puede haberse llegado a rayar por la cantidad de veces que he visto la que se ha acabado convirtiendo en mi actuación musical preferida fuera de un musical. No me explico cómo nadie conoce una escena que es pura magia, y no sólo porque Paul Giamatti, uno de mis actores favoritos, cante fenomenal, sino porque la química con el otro actor (que, curiosamente, fue doblado por un profesional) es, simplemente, brutal. Dos losers que no se conocen de nada, de repente, conectan (¡y de que manera!) cantando una canción maravillosa. Sí, Otis Redding estaría orgulloso de este Try a Little tenderness.



 

Y, con esto, un bizcocho y un sincero sorry hacia los talentos que no he descubierto o he olvidado, aquí acaba mi especial de actrices y actors que cantan asquerosamente bien J

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