04 October 2010

Six Feet Under: A Dos Metros Bajo El Cielo



Hace un mes conocí a los Fisher, esa familia deliciosamente disfuncional que regenta un negocio de pompas fúnebres. Confieso que, antes de animarme a verla, tenía mis resistencias: ¿llegará a gustarme una serie fundamentada en la muerte? Pero ya desde los cinematográficos y elegantes títulos de crédito (los mejores que he visto en televisión) te das cuenta de que Six Feet Under escapa a todo lo que has visto hasta la fecha. A partir de ahí, momentos, chispas y diálogos, te obligan contínuamente a abrir la boca. Y, sin darte cuenta, poco a poco, la temida grima o prejuicios iniciales, desaparecen.

A diferencia de la mayoría de las series, que empiezan con una primera temporada potente y luego se van desinflando a fuerza de alargar innecesariamente su trama, pronto descubres que las cinco temporadas que componen Six Feet Under son como una película de 100 minutos cortada en 5 partes: los veinte primeros minutos corresponden a la presentación de personajes, los siguientes veinte al inicio del nudo y así hasta la quinta y clímax final. Sin embargo, es demasiado compleja y densa para devorarla en pocos bocados. Por eso hay que valorarla en conjunto y paladearla sin prisas, pero con la maravillosa certeza de que pocas veces has podido bucear con tanta libertad en unas tramas, subtramas y personajes.

Para traspasar conciencias y corazones, la inteligencia, la capacidad crÍtica, la originalidad y el talento narrativo no bastan. Uno llega a pensar que Alan Ball y todo su equipo de guionistas han muerto muchas veces y han vuelto a nacer para alcanzar la sabiduría que destila esta serie.
Y es que no hace falta ser experto en psicología, para darse cuenta de su hondura y trascendencia y de lo milimétricamente modelados que están todos sus personajes. Sus miedos, pasiones, ambigüedades, lado oscuro y evolución desde el primer capítulo hasta el último, son, simplemente magistrales. Todos ellos resultan tan poliédricos, contradictorios, queribles (y al mismo tiempo detestables), tan creíbles, al fin y al cabo, que continuamente tienes la sensación de que podrías tocarlos.

Six Feet Under no hace concesiones ni a sus personajes ni al espectador. Es cruda, transgresora, ácida, dolorosa y políticamente incorrecta. Como la vida misma. Todo aquello que nos da miedo, que es tabú o que permanece en las cloacas de nuestro inconsciente, aparece sutilmente retratado con un humor negro, negrísimo. Homofobia, aborto, racismo, ninfomanía, drogodependencia, incesto, miedo a la muerte, culpa, el dolor del duelo y un largo etc. pondrán a prueba nuestras fobias y prejuicios de tal forma que habrá capítulos que te golpearán en el estomago con tanta fuerza, que tardarás un tiempo en recuperarte.

Pero tal vez su mayor merito sea embarcarte en su viaje sin tu permiso. Al principio, te sientes un seguro polizón en una embarcación en marcha. Sólo observas y en muchos casos lo que ocurre no tiene nada que ver contigo, pero poco a poco te vas dando cuenta de que, a través del microcosmos Fisher, es tu propia vida lo que estás observando: has pasado a formar parte del elenco de personajes y ya no puedes abandonar el barco.

Y es al llegar a la emotiva quinta y última temporada, cuando la serie descubre sus cartas y todo lo visto anteriormente alcanza un nuevo e insuperable nivel. Entonces te das cuenta de que la serie de Alan Ball ha llegado más lejos que ninguna otra. Sus tres capítulos finales (pero especialmente sus últimos minutos), son "de otro mundo" y resultan tan perfectos y sobrecogedores, que te dejan en estado de shock durante varios días. Es imposible verbalizar la amalgama de emociones que te provoca ese gran final (a años luz de todos los otros endings que has visto hasta la fecha). Como igualmente imposible resulta predecir a largo plazo el impacto que todas sus semillas han ido prendiendo en tu interior.

Dicen que las auténticas obras maestras, deben tener un impacto emocional tal que escapan a nuestra comprensión, como 2001: Una odisea en el espacio. No sé si Six Feet Under es, como dicen algunos, la mejor serie de la historia. Me quedan muchas series por ver y el tiempo pondrá las cosas en su sitio. Sin embargo, en estos momentos, sobrecogida aún por su enorme final, puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que ninguna otra me había hablado tanto y tan bien de mi misma, ni me había transmitido más alto y más claro el mensaje: Todas las cosas, todas las personas, todos los lugares tienen su final, pero, aquí y ahora, estás viva. Carpe diem!



P.S. Aunque me identifico más con el personaje de la desorientada, idealista y creativa Claire (una 4 muy 4), mi debilidad es David, el frío-tierno, rígido-maleable, miedoso-valiente, segundo hijo del clan Fisher, interpretado por ese actorazo como la copa de un pinus llamado Michael C. Hall (Dexter, para los amigos ;))

5 comments:

  1. "Un día hay vida. Por ejemplo, un hombre de excelente salud, ni siquiera viejo, sin ninguna enfermedad previa. Todo es como era, como será siempre. Pasa un día y otro, ocupándose sólo de sus asuntos y soñando con la vida que le queda por delante. Y entonces, de repente, aparece la muerte. El hombre deja escapar un pequeño suspiro, se desploma en un sillón y muere. Sucede de una forma tan repentina que no hay lugar para la reflexión; la mente no tiene tiempo de encontrar una palabra de consuelo. No nos queda otra cosa, la irreductible certeza de nuestra mortalidad. Podemos aceptar con resignación la muerte que sobreviene después de una larga enfermedad, e incluso la accidental podemos achacarla al destino; pero cuando un hombre muere sin causa aparente, cuando un hombre muere simplemente porque es un hombre, nos acerca tanto a la frontera invisible entre la vida y la muerte que no sabemos de qué lado nos encontramos. La vida se convierte en muerte, y es como si la muerte hubiese sido dueña de la vida durante toda su existencia.
    Muerte sin previo aviso, o sea, la vida que se detiene. Y puede detenerse en cualquier momento".


    Paul Auster

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  2. mmmmm ando medio huerfano de series despues de perdidos... solo me tomo unas pildoras de the office con cierta personita...

    mmmmm me recomiendas esta entonces??

    besossssssssss!

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  3. Yo comprendo que esta crítica da pereza porque, entre muchas cosas, es muy larga y si no conoces la serie, leerla puede ser un peñazo total. Mr Sey, en esta ocasion no voy a abroncarle por preguntar en lugar de leer, sólo le diré que el title lo dice todo, ¿no cree? ;)

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  4. chapó por tu critica/comentario de la serie. Sin duda, para mi que la terminé en noviembre(con compra posterior del pack incluida, re visionado de muchos capítulos, visto los capítulos finales unas cuantas veces, recomendada infinidad de veces a amigos/familiares y compañeros de curro, etc) si que ha sido, al menos, la mejor serie (e incluso me atrevo a meterla dentro del saco de obra audiovisual en general) que he visto/leido.

    Yo también he sido no uno, sino casi todos los Fisher mientras la veia...

    un saludo desde Huelva York

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    1. ¡Muchas gracias por pasar! :)

      Hace tiempo que no la reviso. Tengo solo dos temporadas, asi que habrá que buscar el resto. De todas formas, no es la típica serie que puedas ver al final del día, con la intención de desconectar ante de dormir. Pocas series/peliculas/libros, etc te obligan a conectar tanto con tu propia vida.

      Yo no hago más que recomendarla, aunque la mayoria me salgan "por peteneras" ;)

      Un saludo desde el norte del norte ***

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