19 April 2013

To the wonder: destination unknown




No me gusta escribir críticas. En todo momento tengo la sensación de que estoy cometiendo una injusticia y un acto de prepotencia (¿qué tengo que aportar que otr@s no señalen mejor y con más brillantez que yo?), pero tengo un blog de cine y, every  now and then, es lo que toca.
Tal vez esta reticencia se deba a que siempre tengo en mente la sabia reflexión que hace Anton Ego en Ratatouille (“cualquier producto mediocre tiene, probablemente, más sentido que la crítica en la que lo tachamos de basura”);  o quizás a que desde que trato de construir mis propias historias, siento un nuevo respeto por cualquiera que sea capaz de crear algo, bien sea digno o brillante, capaz de tocar a los demás.
 
 
 

 
Y es que cuando un@ se topa con un trabajo tan especial, personalísimo, inclasificable y subjetivo como este To the wonder, parece aún más injusto y presuntuoso hacer una valoración tras un miserable visionado en una tarde de abril caribeña y pegajosa. ¿A qué viene esta entrada, entonces?  A aportar mis modestos two cents a cualquiera que no la haya visto, bien sea por prejuicios o por miedo a la “radical propuesta de Terrence Malick” con las que nos amenaza la crítica. Y es que:

·         Acudir al cine esperando ver una obra maestra (en este caso El árbol de la vida II) trunca las expectativas del  más pintado en el 99’9% de las veces.

·         Acudir al cine esperando encontrarse bien con un peliculón o con una castaña, basándose en las cansinas campañas tipo “o la odias o la amas” en las que se tiende a etiquetar el cine “alternativo”, es encorsetar una experiencia cinematográfica y, lo que es peor, encorsetarse como espectador.
 
 

Desde mi punto de vista, encontrarse con una experiencia cinematográfica a la altura de To the wonder, en medio de la cartelera (y el panorama) actual, resulta más que estimulante: es una auténtica gozada. Que un film te regale un viaje emotivo y sensorial sin cinturón, no ocurre demasiado a menudo. Y es que Malick tiene la capacidad de contarte cosas que, por muy familiares o universales que resulten, parecen ser mostradas por primera vez. Dos ejemplos: una pareja paseando por la playa en el punto álgido de su love story, y una mirada descarada de deseo hacia otra mujer que es captada con amargura y tristeza por la traicionada enamorada. Como espectadores, nos resultan sobradamente conocidos, pero, por algún motivo, estos instantes parecen ser narrados ante nuestros ojos como si no los hubiéramos visto nunca. ¿Cuántos directores pueden hacer eso?
 
 
 
 
Hay elementos conocidos que la emparentan con su predecesora: contemplación poética, reflexiones existenciales en forma de voz en off, fragmentación, música omnipresente, imágenes sensoriales, fotografía prodigiosa, montaje deconstruido, comunión entre el ser humano y la naturaleza, preguntas y más preguntas sin respuesta…
 
 
 
Algunos temas: el amor en todas sus facetas, el desamor, la ambivalencia entre la sed de amor y el miedo a entregarse (y perderse), la fe en el amor como motor vital (y/o el síndrome de “amar demasiado”), la búsqueda del sentido de la vida, la (falta de) fe cuando todo, a tu alrededor, se contamina…
 
 
 
 

Y resultan tan fascinantes y subyugantes algunos de estos momentos, que incluso, se pasa por alto o se perdona, cierta tendencia al subrayado o la reiteración machacona. Posiblemente, To the wonder no pretenda ser tan ambiciosa y redonda como su predecesora, ¿pero qué importa eso? Es cine de emoción, mente y espíritu que conmueve, invita a la reflexión y te lleva hasta donde se lo permitas. ¿Quién puede rechazar un viaje de semejante calidad y envergadura?
 
 
 
You shall love whether you like it or not. Emotions, they come and go like clouds. Love is not only a feeling; you shall love. To love is to run the risk of failure, the risk of betrayal. You fear your love has died; perhaps it is waiting to be transformed into something higher. Awaken the divine presence which sleeps in each man, each woman. Know each other in that love that never changes”.
 
 
 

 
You can watch the trailer here
 
*
 

6 comments:

  1. Para mi "El árbol de la vida" es más una experiencia sensorial que una película al uso. Muy irregular, desde mi punto de vista, y quizá demasiado ambiciosa, pero merecedora de atención, tanto por su puesta en escena tan diferente y particular y su maravillosa fotografía (qué ganas me dieron de salir a fotografiar árboles! jaja) como por los temas universales que trata. Así que "To the wonder" me da cierto miedo, sí, pero me atrae en mayor medida.

    Cuando la haya visto volveré a compartir mis impresiones contigo :)

    Besos

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    1. Aloha!

      Sip, El árbol de la vida es mucho más que una película. Resultó una experiencia sensorial y emocional también para mi, pero, sin embargo, no me pareció tan irregular. Le habría dado un tijeretazo al prologo bigbangnero, pero, a excepción de esas escenas suuuuper alargadas, me pareció un peliculón.

      Espero que no se te atragante To the wonder. Creo que, al menos, algón magic moment compensatorio tiene. Ya me contarás :)

      Kiss curioso ***

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  2. creo que hay películas que cambian tu manera de ver el mundo, tu pequeña parcela del mundo, instantes después de verlas. puede que algunas esa sensación dure más que otras.

    debo confesar que To the Wonder, es una de ellas. No sé cuanto durará pero me parece inevitable no contagiarte de la mirada poética de Malick, un mundo que se ve con ojos de metáforas.

    quizás en algunos momentos se parece mucho a Malick, se recrea en su manera de rodar, pero también funciona como lenguaje propio. Esa mirada de espalda, esa mujer "perseguida", ese fairy touch.

    Me gusta especialmente el tratamiento del agua como conductor, los diferentes comportamientos que tiene y como Marina/Neil reaccionan con ella.

    creo que es más fácil que El árbol de la vida, pero menos impactante.

    Como dices, el discurso romántico se llena de lugares más conocidos; quizás no del mismo sitio, pero sí son del mismo barrio por el que transita Malick.


    Me chirrían un poco la elección de Ben Affleck (como actor...no sé) y me encantó de manera insospechada la escena de los bisontes.


    la verdad es que con el miedo que iba..., me alegro haber ido :)

    bss

    b

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    1. Intuía que te gustaría :)

      Creo que, en mi caso, me vino bien ir sin expectations. La disfrute mucho y me puso los hairs de punta en muchos momentos (salvo los 10-15 últimos minutos, en los que me parecía que daba demasiadas vueltas sobre sí misma sin acabar de encontrar un lugar definido en el que posarse).

      Es difícil hablar de forma más o menos objetiva de un film que te provoca sensaciones que no puedes racionalizar. Es casi como hablar de una poesía (T.S. Eliot define la poesía como una incursión en lo inarticulado. He descubierto esta cita hace poco y me encanta). Yo también salí del cine “contagiada”.

      Creo que la clásica "cara de palo" del bueno de Affleck encaja con el tipo de personaje que interpreta. Es un filofobico que, aparentemente, no sabe ni expresarse ni dejarse llevar por lo que siente. Siempre choca contra su falta de emoción, contra si mismo. Lo que nunca sabremos, es cómo habría sido Neal encarnado por otro.

      No sé con qué escena me quedaría. La parte de Rachel McAdams, por algún motivo, me pareció especialmente mágica.

      Sé que volveré a verla, es lo único que sé con certeza sobre este viaje a un destino desconocido ;)

      Kiss reflexivo ***

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  3. He vuelto para comentarte mis impresiones. No se si verás este comentario, pero bueno, yo lo dejo aquí.

    Siento decirte que no he podido encontrarle esa magia que tu has visto. Más bien al contrario... De hecho, no me vi capaz de verla hasta el final.

    No entiendo a qué vienen tanto baile a la luz de un rayo de sol ni tanto monólogo en off que, por otra parte, encuentro completamente vacío y bastante moñas. Ni siquiera entiendo qué nos quiere decir Malick con esta película. Al cabo de un rato de visionado tenía ganas de zurrarles a todos. (Espero que no te moleste que sea tan dura con ella, respeto que a ti sí te haya llegado, of course!)

    Eso sí, la fotografía preciosa, como siempre.

    Besos discordantes pero afectuosos ;)

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    1. Saludos dominicales, Bis!

      Tenía el feeling, I don't know why, de que no te iba a gustar. ¡No hay nada que sentir, mujer! La peli no la he escrito ni dirigido yo ;)

      Lo de Malick es un lenguaje, un viaje emocional. O te gusta y/o lo compartes, o no entras en su juego. A mi no me gusta el estilo Aronofsky, por ejemplo. Me carga y me parece excesivo, lo cual, por otra parte, no significa que me parezca un mal director. No va conmigo, nada más ;)

      Have a great week!

      Kisses conciliators ***

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